Si no tardas mucho, te espero toda la vida

Esperanza… ese estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos (RAE)..hay momentos, días, épocas, en los que todos necesitamos esperanza…
Esperar nos da un espacio para reflexionar, para acoger la situación y encontrar la mejor respuesta. La tranquilidad nos ayuda a ver las cosas con calma, abre nuestro corazón a la escucha y nos ayuda a intuir qué pide de nosotros ese momento: ¿para qué estoy viviendo ésto?, ¿qué me está enseñando esta situación?, ¿qué puedo aprender de ella?, ¿qué sería lo más inteligente que puedo hacer aquí?, ¿para qué voy a intervenir?, ¿cuál es mi intención?. Naguib Mahfuz escribe “Uno reconoce a las personas inteligentes por sus respuestas. A los sabios se los reconoce por sus preguntas” .
Y en este paréntesis de espera, podemos dejar que la vida fluya pero siempre cuidándonos mucho, fortaleciendo nuestra confianza y, sobre todo,  la actitud de “yo puedo” en lugar de “soy incapaz”. Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas. Cree siempre en ti." Podemos aprender a vivir sin resistencias, a realizar cambios que nos hagan mejorar  y nos hagan ver más allá. Nuestra espera entonces no estará invadida por la resignación, será una espera llena de esperanza y de confianza en que todo saldrá bien.  Desde esa actitud evitamos que la situación nos hunda, más bien la observamos atentos y alerta,  venciendo así la incertidumbre. Khalil Gibran , el gran poeta libanés escribe “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes. En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente”.
Una historia real que nos llena de esperanza, la de Glenn Cunningham. Cuando tenía cinco años, Glenn Cunningham (1909-1988) sufrió serias quemaduras en las piernas y los médicos daban por imposible su recuperación. Todos creían que estaba condenado a pasar el resto de su vida en una silla de ruedas. El no quiso escucharles y salió de la cama a la semana siguiente: “Los médicos sólo conseguían ver mis piernas. No veían mi corazón. Ahora voy a correr más rápido que nadie. En 1934, batió el record mundial de los 1.500 metros lisos con una marca de cuatro minutos y seis segundos.
Sin esperanza es imposible tener paciencia, porque nadie espera lo imposible y la esperanza más hermosa es la que nace en situaciones más desesperantes. La impaciencia, con la que queremos  alcanzarlo todo hoy, es la que nos hace perder la oportunidad de alcanzarlo mañana. La paciencia nos ayuda a mantener la serenidad,  a tener fe y a saber esperar. La paciencia se crea, se aprende, se practica. Tener esperanza también es nuestra elección.
En uno de los mitos clásicos, uno de los dioses, furioso porque Prometeo había robado el fuego permitiendo la independencia de los hombres, envió a Pandora para que se case con Epimeteo, el hermano de Prometeo. Pandora llevaba consigo una caja que se le ha prohibido abrir. Sin embargo, su curiosidad fue más fuerte,  levantó  la tapa para ver qué había dentro y, en ese momento, todos los males del mundo salieron del interior y se extendieron por la Tierra. Sólo una cosa permaneció dentro, la Esperanza, el único arma capaz de combatir los males liberados. Pandora se apresuró a cerrar el cofre impidiendo así que la Esperanza se escapara al igual que todo lo que había contenido en su interior. De esta manera, la Esperanza de los hombres, se conserva guardada en el rincón más profundo de nuestros corazones.
Los regalos de este post…tres…
Una reflexión de Elizabeth Kubler Ross
“Las personas más bellas con las que me he encontrado, son aquéllas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida y han encontrado su forma de salir de las profundidades.  Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa.  La gente bella no surge de la nada”.

Una reflexión del poeta estadounidense  Walter Whitman:
 “No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…”
… y tu  mirada…la limpieza con que miras…con esa capacidad de decirlo todo sin palabras, ese brillo especial que transmite sentimientos tan intensos, si tu mirada tiene ese brillo, será porque … hay esperanza.

Todos los besos