Tienes toda la razón...desde tu punto de vista



Flexibilidad: Cualidad de doblarse fácilmente (RAE)  
Si eres flexible, te mantendrás recto” (Lao Tsé)

Nos protegemos blindando nuestras creencias, viviendo apegados a nuestros esquemas mentales y a la rigidez de nuestras ideas. Pensamos en blanco y negro, encasillamos todo, lo juzgamos y lo filtramos para simplificar la realidad. Necesitamos cuadricular nuestro mundo. Queremos certezas, no dudas.

Intentamos imponer a los demás nuestra razón, defendiendo con ímpetu nuestras convicciones. Preferimos tener razón y justificarnos, que flexibilizar nuestra rigidez. Nos atrincheramos en nuestro punto de vista pensando que es la única forma de ver la vida y no entendemos que nos sugieran que nuestra situación podría afrontarse de otra manera. De hecho, consideramos a los demás rígidos e inflexibles a pesar de que somos intolerantes y dogmáticos.

La vida tiene matices…por eso, necesitamos ser flexibles con nosotros mismos, entender que lo que pensamos es relativo. “La flexibilidad es buena, siempre y cuando no se quiebre la propia individualidad” (Walter Riso). Necesitamos romper nuestros esquemas, hacer “más grande” nuestro mundo, intentar ver las cosas de diferentes formas, replantearnos nuestras rutinas cuando son demasiado rígidas y apostar por disfrutar cada instante dándonos cuenta que no tiene sentido autoimponernos tareas y que no tenemos que hacerlo todo porque nadie nos va a pedir explicaciones. Liberémonos de los "debería" “La libertad es la obediencia a la ley que uno mismo se traza” (Rousseau).

Necesitamos ser flexibles con los demás  “Si de verdad llegásemos a comprender, ya no podríamos juzgar” (André Maurois). Aceptemos las críticas,  fijemos posiciones que respeten a los demás, no seamos superficiales y simplistas en nuestros análisis, intentemos comprender “Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros" (Martin Lutter King), “Cuando hay un diálogo verdadero, ambos lados están dispuestos a cambiar” (Thich Nhat Hanh).

También necesitamos ser flexibles con la vida, interactuar con la realidad para conocerla desde otra perspectiva, realizar cambios constructivos que contribuyan a tener mejor calidad de vida y mayor capacidad para afrontar las situaciones difíciles. Ocuparse sin exigir, amar sin imponer condiciones y avanzar hacia los objetivos sin apego por los resultados “El cambio no es sólo parte esencial de la vida, es la vida misma” (Alven Toffler)

El primer regalo de este post: La fábula del roble y la caña de Jean de La Fontaine
Cuenta la fábula que al borde de un lago crecieron a la vez un roble y una caña. El tiempo pasó y el roble se hizo grande y fuerte. A menudo miraba la caña y le decía: “Mira lo pequeña y débil que eres. No aguantas nada de peso. La menor brisa te hace doblarte hasta rozar el agua. Me das pena. Ni la más fuerte de las tormentas podría romperme. Ni siquiera sé porque estoy hablando contigo. Deberías sentirte muy halagada.”
A la caña le daba mucha pena ver como el roble se había convertido en un ser presumido y soberbio. Un día llegó una tormenta muy fuerte. Enseguida la caña se dobló, mientras el roble luchaba con todas sus fuerzas para mantenerse en pie. Durante un tiempo lo consiguió, pero el tiempo empeoró y la tormenta se convirtió en un tornado. La fuerza del viento fue tal que arrancó el roble. Cuando el temporal amainó, unos leñadores aparecieron y lo cortaron en unas horas.
La caña, triste por su vecino, pensó: “Me doblo, pero no me rompo. Que pena que tanta soberbia y vanidad le hayan llevado hacia tal extremo”.

El segundo regalo, la recomendación de un libro, El arte de ser flexible de Walter Riso, toda una invitación a desarrollar una actitud crítica, lúdica, rebelde, justa, integradora y plural, un estilo de vida abierto y saludable.

En nuestro día a día, identificar cuándo es el momento de doblarnos y cuándo el momento de volver a nuestro lugar es determinante. ¿Salir de dudas?...¡¡Mejor!! ¡Salir de certezas!. “Tienes toda la razón… desde tu punto de vista” (Paul Watzlawick).


Todos los besos