Serendipia: def. ¿….?(RAE)…no aparece en el Diccionario de la RAE, es un neologismo derivado de serendipity, que es aquéllo que ocurre gracias a una combinación de accidente y sagacidad
El origen de esta palabra procede del cuento Los tres príncipes de Serendip, en el que se relatan las aventuras de tres príncipes con un extraño don que les permitía realizar descubrimientos. Podéis leer aquí el cuento:
http://www.principesdeserendip.com/post/25096975764/los-tres-principes-de-serendip.
Existen muchas
serendipias científicas, sí, descubrimientos o hallazgos afortunados e inesperados: Fleming y la penicilina, el ¡Eureka! de Arquímedes, la ley de la gravedad de Newton, el fósforo de Brand, el teléfono de Graham Bell, los rayos X de Roentgen, Calvin y la fotosíntesis de las plantas, Kekulé y la molécula del benceno, incluso Einstein dijo haber sido “víctima” de la serendipia en algunos de sus hallazgos.
San Agustín, por ejemplo, fue convertido de esa manera. Durante años buscó en varias corrientes filosóficas una respuesta para el sentido de la vida hasta que una tarde, cuando se encontraba en el jardín de su casa en Milán reflexionando sobre el fracaso de su búsqueda, escuchó una voz infantil en la calle que cantaba: “¡Ábrelo y lee! ¡Ábrelo y lee!” A pesar de haber sido siempre gobernado por la lógica, decidió en un impulso abrir el primer libro a su alcance. Era la Biblia y en ella leyó un fragmento de San Pablo con las respuestas que buscaba.
Fruto de estos descubrimientos accidentales también han sido la viagra, el LSD, los microondas, el coñac, el caucho vulcanizado, el blandi-blub o las patatas chips…pero lo mejor de todo es que nosotros también podemos tenerlas en nuestra vida cotidiana…son nuestras señales. Paulo Coelho escribe sobre ellas “Podemos pensar que todo lo que la vida nos ofrece mañana es repetir lo que hicimos ayer pero si ponemos atención, nos daremos cuenta de que ningún día es igual a otro. Cada mañana nos trae una bendición escondida, una bendición que solo sirve para este día, y que no puede ser ni guardada ni desaprovechada. Si no usamos ese milagro hoy, se perderá. Es necesario vivir sabiendo que a cada instante tenemos la salida para el problema, la manera de encontrar lo que está faltando, la pista adecuada para la decisión que precisamos tomar para modificar todo nuestro futuro”.
Conforme transcurre la vida, nos damos cuenta de que situaciones que, en su momento, nos parecieron accidentales e irrelevantes se manifiestan como indispensables ahora. Schopenhauer decía que “todo guarda una relación mutua con todo lo demás, así que no podemos culpar a nadie por nada. Es como si hubiera una intención única detrás de todo ello que siempre cobra cierto sentido, aunque ninguno de nosotros sepa cuál es o si ha vivido la vida que se proponía” y Joseph Jaworski “Todos hemos tenido esos momentos perfectos en los que todas las cosas parecen encajar de una manera casi increíble en los que los sucesos que no podíamos prever, y mucho menos controlar, parecen guiar notablemente nuestro camino”. Son citas del libro del escritor y traumatólogo Eduardo Zancolli “El misterio de las coincidencias. Una aventura guiada por la sincronicidad”, un libro que expone los últimos descubrimientos acerca de las leyes que rigen las casualidades de la vida y que sólo tienen la finalidad de que aprendamos y evolucionemos. La sincronicidad determina que todo lo que nos ocurre tiene un propósito que no podemos ver ni entender, es una red invisible de conexiones que tan sólo puede intuirse. Carl Jung afirmaba “Lo que no hacemos consciente se manifiesta en nuestra vida como destino”. Aunque a veces nos ocurren cosas que, aparentemente, no tienen nada que ver con nuestras decisiones o con lo que hacemos, están ahí para que aprendamos algo.
Los regalos de este post…
El primero…un ejemplo clásico de sincronicidad: un suceso de la vida del actor Anthony Hopkins. Cuando lo contrataron para la película La mujer de Petrovka, no consiguió encontrar, en ninguna librería londinense, la novela de George Feifer en la que se basaba el guión. Frustrado y aburrido, tomó el Metro para regresar a su casa. Estaba sentado en la estación de Leicester Square cuando, de pronto, halló el libro en un banco. Se quedó tan asombrado de su buena suerte que ni siquiera reparó en las anotaciones que el volumen tenía en los márgenes. Dos años más tarde su sorpresa fue aún mayor. Al conocer al autor durante el rodaje del filme, éste le dijo que había perdido su ejemplar anotado. Dicho ejemplar era el mismo libro que Hopkins había encontrado en la estación olvidado sobre un banco.
El segundo… las “cuatro leyes de la espiritualidad” que también se refieren a ésto:
- La primera dice "La persona que llega es la persona correcta": nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación;
- La segunda ley dice "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido": nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendiéramos esa lección y siguiéramos hacia delante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente se resista y no quiera aceptarlo;
- La tercera dice "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuándo comenzará.
- Y la cuarta y última "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
El tercero…un video…El misterio de las coincidencias…
Todo está interconectado, todos lo estamos, así que…estemos atentos a la MAGIA de la vida porque todo lo que sucede alrededor es importante.
Todos los besos
