Inesperado: Que sucede sin esperarse
“Lo inesperado es la firma
auténtica de lo divino" (Christian
Bobin)
La verdad es que nunca sé cómo llega, lo que sé es que lo hace siempre cuando,
la noche de los martes, me siento a escribir el post. Da igual a qué hora lo
haga, si llego prontito a casa o si salí a cenar,…lo cierto es que, esa día, esa
tarde, en esa noche, siempre llega “algo” que me apetece contaros, “algo” sobre
lo que me apetece escribir…esta vez fue el final de un capítulo de la tercera
temporada de Anatomía de Grey (Grandes
esperanzas)… “A veces lo que esperas
es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a
nuestras esperanzas es que lo que esperamos es lo que nos mantiene vivos, en
pie, esperando. Esperar es sólo el comienzo, lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas".
Nuestra vida es un espacio de posibilidades y cambios, una permanente
explosión de hechos inesperados. Realmente, una de nuestras pocas certezas es
que la vida va cambiando, que muchas veces las cosas dan un giro cuando nada de
lo sucedido apuntaba a esa probabilidad. Lo que desconocemos tienes más
relevancia que lo que se conocemos. Por mucho que queramos controlar nuestra
vida, hay acontecimientos que suceden de forma intempestiva y que nos obligan a nuevos
replanteamientos… Lo cierto es que, muchas veces, una cosa nos lleva a otra diferente. “Me he dado cuenta de que la
mayor parte de la información que he necesitado, la he descubierto buscando
otra cosa y encontrando algo que no esperaba” (Franklin Adams).
¿Por qué no estar dispuestos a esperar lo inesperado?...y si, en vez de
sucumbir al miedo, aceptamos que la vida es una sorpresa constante… Cuestionemos
lo que nos rodea, no demos las cosas por
sentado, aceptemos lo desconocido, admitamos lo que no esperamos...
¿Sabes?...No espero nada y lo espero todo, porque sé que al final, todo
llega… También sé que lo inesperado se presenta de pronto, sin ruido, deslizándose
de forma casi imperceptible “Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo
que acontece” (Ernesto Sábato).
El primer regalo de este post es Paperman un corto de John Kahrs para descubrir la magia del destino, la virtud de mantener la
mente abierta.
El segundo es un fragmento de La
lluvia amarilla, de Julio Llamazares:
“A veces, uno cree que todo lo ha
olvidado, que el óxido y el polvo de los años han destruido ya completamente lo
que, a su voracidad, un día confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto
repentino e inesperado, para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sin
compasión sobre nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un
relámpago”.
Lo inesperado es lo que te cambia
la vida. Abre los ojos…y el corazón…¿Y si es hoy el día
menos pensado?... Todo vuelve, hasta lo inesperado.
Todos los besos