VERANO de palabras BONITAS (Luminiscencia es la tercera)
Verano de palabras
bonitas…palabras que evocan… En El último encuentro, Sándor
Márai escribe “¿Qué las palabras no tienen importancia? Yo
no me atrevería a afirmarlo con tanta seguridad. A veces creo que muchas cosas,
que todo depende de las palabras. De las palabras que uno dice a su debido
tiempo, o de las que se calla, o de las que escribe”.
Las palabras son lo
que significan, pero también lo que evocan. En este tiempo de verano, que nos
invita a relajarnos y a descansar, os propongo algo más ligero, un recorrido
por algunas palabras hermosas, palabras que emocionan, que evocan, que nos
hacen sentir, que nos llevan a otros sitios. La tercera es …LUMINISCENCIA.
Luminiscencia: Propiedad de un cuerpo de emitir una luz débil, pero
visible en la oscuridad
“La luz lo dibuja todo, sin ella no
hay nada. El mismo objeto, depende de con qué luz, lo puedes ver feo […] La luz
habla, va contando la historia con su recorrido y con sus sombras y formas. Esa
es la luz que ven mis ojos, pero es reflejo de una luz más importante que es la
luz interior”
(Ouka Leele)
Una hermosa palabra que proviene del latín lumen, luz… en este caso
débil, pero visible en la oscuridad…La luz es uno de esos elementos que nos
acompaña siempre, silenciosamente, de
mil maneras…la luz del amanecer, la del atardecer, el alba, la aurora…el
reflejo de la luna…un contraluz… Einstein decía que la oscuridad, en realidad, no existe. La
oscuridad no es más que la ausencia de luz… luz en nuestro entorno y,
también luz, en las personas que nos rodean…personas que son capaces de llevar luz
donde hay sombra, con una voluntad firme y una inmensa capacidad de entrega…que conservan el brillo de sus ojos, que no siempre
hacen las cosas bien, que saben del valor de las palabras, que sufren por cosas banales, que a veces no están
seguras de lo que hacen, que muchas veces pasan las noches en vela, incluso, a
veces, pierden la fe nunca la esperanza…personas que tienen luz y brillan
por eso…porque se equivocan, porque eligen y toman sus decisiones con coraje, porque son inquietas y no se conforman, porque se
hacen preguntas y buscan razones…Sentir la vida con esa intensidad no es una
desgracia sino un don...saber que en el silencio de tu corazón existe una guía que te orienta es una bendición.
El primer regalo de
este post es un fragmento precioso de Eduardo Galeano:
“Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay
dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los
colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de
fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no
alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede
mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”
El segundo regalo son
otras dos palabras preciosas llenas de LUZ:
Mangata, en sueco, el camino que deja la luz de la luna sobre el agua.
Llevar la luz donde hay sombra, es sólo
eso (Marwan).
Todos los besos