“El tiempo es el mejor autor. Siempre encuentra el final perfecto” (Charles Chaplin)
Tiempo…tiempo inmemorial, tiempo muerto, tiempo perdido, hacer tiempo, al mismo tiempo, a tiempo, a destiempo, dar tiempo, con tiempo…
En las travesías del desierto, necesitamos tiempo. A veces, la fragilidad aparece en nuestras vidas, la desorientación, el miedo, las dudas. Sintiéndonos vulnerables vivimos en una situación de incómoda desnudez, con una sensación de que la situación es dolorosa e insoportable. Sin embargo, ese dolor que sentimos esconde nuestra mayor fortaleza. Lo que nos hace frágiles también nos hace fuertes. Cada adversidad nos sumerge en un constante proceso de aprendizaje.
Cada uno de nosotros tiene su propia visión de lo que ocurre, de lo correcto y de lo incorrecto, una forma de vivir, una manera de expresarse y de sentir, de reaccionar ante lo que pasa. Algunos, además, tenemos “la piel fina” y nos duele cuando se nos juzga y se nos critica sin habernos escuchado, en muchas ocasiones, por quiénes menos lo esperamos. Siempre, siempre, siempre hay dos puntos de vista y no se puede juzgar sin escuchar, sin dar tiempo para explicar, para hablar, para intentar comprender, sin tiempo para ponerse en los zapatos del otro.
En las travesías del desierto, se desmoronan nuestras creencias y ocurren cosas que jamás hubiésemos pensado. Aceptar nuestra vulnerabilidad, adaptarnos a la realidad de lo que está ocurriendo, es la mejor manera de aprender y el único camino. Lo opuesto a la vulnerabilidad es la insensibilidad, no la fortaleza, por eso hay que darle tiempo, escuchar lo que esa situación nos dice sobre nosotros. Porque somos frágiles, elegimos ser grandes, porque la vida nos pesa, elegimos que tenga sentido, es una parte de nosotros mismos, sentirnos vivos.
El regalo de este post, un video de Brene Brown, una charla conmovedora y divertida TEDxHouston, comparte una visión profunda de su investigación, que la llevó en una misión personal a conocerse a sí misma, así comprender a la Humanidad. Una charla para compartir.
“Las personas no nos quieren por lo que somos, sino por cómo las hacemos sentir” (Irwin Federman)
Todos los besos
