No importa si el cielo se cae

Confiar Esperar con firmeza y seguridad  (RAE)

 “Quédate con quién te dé respuestas y no problemas, seguridad y no temor, confianza y no más dudas” (Paulo Coelho)
Confiar es poner nuestra suerte en manos de otro. Osho decía que hay una gran diferencia entre confiar y creer  “La creencia es algo prestado, mientras que la confianza es algo tuyo, es estar vacío de dudas”. Cuando decimos a alguien creo en ti, hay un resquicio abierto a la incertidumbre. Cuando decimos confío en ti, la confianza expresa todo lo que somos.
En los momentos difíciles de la vida, confirmamos lo importante que es tener cerca a personas a las que queremos y nos quieren, personas en las que confiamos, personas que siempre estarán ahí, cerquita, acompañándonos en lo que nos toca vivir o en aquello que elegimos vivir. La confianza que depositamos en los demás se relaciona con la honestidad,  con la prudencia, con el compromiso y con el conocimiento. Sin confianza no hay encuentro verdadero, sin confianza no se puede amar.
Si tuviéramos que decir ahora mismo y, sin pensar demasiado, el nombre de algunas de esas personas que serían “irrenunciables” en nuestra vida, enseguida diríamos algunos con una gran sonrisa y los ojos brillantes. Personas en las que confiamos sin duda, personas que lo que dicen es lo que son, con lo que eso significa. que han conquistado nuestro respeto y nuestro corazón. Sin duda personas que hemos elegido  siguiendo aquello que digo siempre “dónde el corazón te lleve”.
La confianza que damos y la confianza que pedimos tiene tres dimensiones, la sinceridad, la competencia y la credibilidad. La sinceridad se relaciona con ser genuino, con ser auténtico, con no engañar ni tener intenciones ocultas, la competencia está unida a la capacidad de cumplir nuestras promesas y la credibilidad…hay que ser bueno para ser creíble.
El primer regalo de ese post: una canción preciosa de Amaral…Confiar en alguien.
El segundo…un trocito de El manuscrito encontrado de Accra, de Paulo Coelho.: “Nos hemos acostumbrado a pensar que lo que damos es igual a lo que recibimos. Pero las personas que aman esperando ser correspondidas pierden el tiempo. El amor es un acto de fe no un intercambio. Es mejor haber amado y perdido que no haber amado jamás”.
La confianza se teje poco a poco y se rompe con una sola mentira. Se necesitarán muchas verdades y mucho tiempo para volver a merecer la confianza de aquel a quién hemos mentido. Nietzsche afirmó “lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que de ahora en adelante ya no podré creer en ti”
Todos los besos