Durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras



Dejarse querer: Dejar una persona que otra la trate con afecto, amor o que la llene de atenciones (RAE)

“A veces el saber dar es más fácil que el saber recibir” (August Friedrich Ferdinand Von Kotzebue)

Son raras las relaciones en las que sólo se da o las relaciones en las que sólo se recibe, las relaciones en las que sólo se enseña o en las que sólo se aprende. Somos buenos para dar y, a veces, no lo somos tanto para recibir. Muchas veces, nos es más fácil querer que dejarnos querer,  más fácil estar pendientes de los demás que, que estén pendientes de nosotros…Si damos más que recibimos, en algún momento nos cansaremos de ser rechazados. Si recibimos más que damos, la necesidad sobrepasará nuestra capacidad de aportar. Necesitamos el equilibrio, la reciprocidad, dar es tan importante como recibir, necesitamos saber pedir ayuda, mostrarnos frágiles y buscar el apoyo de  los otros. La mejor manera de dar es saber recibir. La mejor manera de ayudar a una persona es permitirle que nos ayude. “El amor es lo único que crece cuando se reparte” (Antoine de Saint-Exupèry)

Dejarse cuidar es uno de los pactos más importantes entre dos personas…cuidado, cariño, complicidad… A veces, cuidamos más las relaciones en los momentos difíciles. A veces, las descuidamos en los mejores momentos.“Percibe la verdadera situación del otro, ya que de lo contrario quizás le ofrezcas algo que le haga infeliz” (Thich Nhat Hanh). Dejamos de apreciar el valor que nos aporta, tenemos la sensación de que el otro es el responsable de nuestra insatisfacción. Dejémonos querer sin que nuestra mente esté en el pasado o en el futuro, en lo que pasó antes o en lo que tenemos que hacer luego…disfrutemos de ese preciso momento, de ese abrazo, de esa hora libre, de un buen desayuno, de cinco minutos más de sueño… Cada encuentro es sagrado, único… Dejémonos querer sin miedo, sin agobios, sin angustias, sin preocupaciones, sin promesas, sin arrebatos de ira o de impaciencia…


DEJARNOS QUERER, una práctica pacífica y silenciosa, el mayor de los compromisos que podemos hacer con nosotros mismos. Basta con empezar a pensar lo que queremos, lo que nos gustaría recibir, lo que quisiéramos ser capaces de pedir…momentos de acurrucarse, echarnos una mantita encima y dejarnos querer, deseando que nos abracen, que nos besen y que nos digan que nos quieren…Dime ¿cuál es tu lista?...


El regalo de este post es un trocito de El Principito, de Antoine de Saint-Exupèry:
“Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar. Ya entendí - dijo la rosa. No lo entiendas, vívelo - dijo el principito”

“Al final lo que queda es abrazarse, confiar en el otro, amar y dejarse amar. En medio de esta balacera que es la vida” (Fito Paéz). Durará tanto como lo cuides y lo cuidarás  tanto como lo quieras. Tú por dejarte querer, yo por querer quererte.

Todos los besos