Tus labios mienten,...tus ojos no


Honestidad  Cualidad de razonable, justo, probo, recto, honrado (RAE)

 “Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas” (Gabriel García Márquez)

Ser honesto es comportarse y expresarse con serenidad y coherencia, de forma justa y sincera. La honestidad afecta a casi todos los aspectos de nuestra vida, alimenta la confianza en nuestras relaciones y hace que nos sintamos bien porque nos permite afrontar la verdad de cómo somos y quitarnos la máscara.
Pero ser auténticos, honestos y libres, coherentes con lo que somos y lo que sentimos no es “lo normal”, la forma en la que se comporta la mayoría. Algunos sociólogos coinciden en que en ha triunfado el "pensamiento único”, estamos tan condicionados para pensar y comportarnos de una determinada manera que, en la sociedad actual, ser auténtico es un acto casi revolucionario. Ser honesto es ser valiente y, a veces,  resulta más cómodo ponernos una máscara e interpretar un personaje que agrade al resto o hacer ruido para no escuchar nuestro propio silencio. Disfrazar la realidad bajo una fachada artificial e incluso bajo mentiras; mentiras que, a veces, abren puertas.

Pero, las mentiras más frecuentes son las que nos contamos a nosotros mismos. En vez de cuestionarnos nos resulta más fácil acomodarnos en el victimismo, en la indignación o en la resignación. El autoengaño es también una falta de honestidad; huimos de ella porque nos saca de nuestra zona de confort y, para ello, utilizamos la arrogancia de creer que no tenemos nada que analizar, la soberbia que nos lleva a sentirnos superiores, la prepotencia con la que tratamos de demostrar que siempre tenemos la razón, la vanidad que nos lleva a hacer ostentación de nuestras méritos y logros y el orgullo (muchas veces disfrazado de falsa humildad) que nos incapacita para reconocer e intentar arreglar el daño de nuestros propios errores. Huimos, intentando eludir, olvidándonos de que “Nunca podrás escapar de tu corazón, así que es mejor escuchar lo que tiene que decirte” (Paulo Coelho).

NO TODO VALE (Va por ti ;-D, miles de gracias!!!) porque lo que está en juego en nuestra esencia, lo que de verdad somos. Hay que SER, aunque eso sea ir contracorriente, aunque eso nos haga vulnerables. Teresa de Calcuta decía “La honestidad y la transparencia te hacen vulnerable. De cualquier forma sé honesto y transparente” y Paulo Coelho, en su Manuscrito encontrado en Accra, escribe “Si eres honesto, la gente puede engañarte…sé honesto de todos modos”.

NO TODO VALE…Nos gusta cómo huele una persona, sus gestos, sus expresiones, su capacidad de entrega, sus brazos, sus abrazos, su sonrisa, sus hoyuelos, sus caderas, su forma de caminar, su torpeza o cualquier otra cosa que se le antoje a nuestro corazón…pero por encima de todo ello, lo que nos encanta es su honestidad…cuando estamos con alguien que no tiene coraza, que no miente, con alguien que no finge, que lo  que piensa, lo que dice y lo que siente es lo mismo, …nos sentimos en casa.


El primer regalo de este post…un cuento precioso de sobre la honestidad, El príncipe y las semillas, no tiene desperdicio…

El segundo…esta frase de Frida Kahlo, que ya conocéis…

Y, el tercero, para los más curiosos, dos links para profundizar…el concepto de honestidad radical  desarrollado por Brad Blanton  y la fórmula que Enrique Mariscal incluye en su libro La magia de la felicidad. Para ser felices, necesitamos en algo tan sencillo como el agua, H2O: humildad, honestidad y osadía.

Con las mentiras se puede llegar muy lejos, lo que no se puede es volver.

Todos los besos