Comprometerse: ¿Dedicarse sin reservas? Porque compromiso
es obligación contraída, palabra dada (RAE)
“Hay
una diferencia entre estar interesado y estar comprometido. Cuando estás
interesado en hacer algo, sólo lo haces cuando es conveniente. Cuando estás
comprometido con algo, no aceptas excusas, sólo resultados” (Kenneth Blanchard)
Comprometerse es un verbo
y, por ello, indica acción y es un verbo reflexivo, es decir, la acción recae
sobre el mismo sujeto que la realiza. Comprometerse es poner toda la carne en
el asador, es estar dentro al cien por cien, sin medias tintas, es darlo todo y
hacer todo lo necesario para que suceda lo que nos hemos comprometido a que
ocurra. Comprometerse pone en marcha mecanismos de cambio y transformación para
construir una realidad diferente. Supone trabajo constante (hacer lo que haga
falta durante el tiempo que sea necesario sin excusas, sin lamentos, sin
justificaciones), con empeño y con persistencia para avanzar a pesar de los
obstáculos. Sólo actos eficaces. No podemos conquistar aquello con lo que no
estamos comprometidos.
Comprometerse, además, tiene
otra vertiente vinculada a nuestra disposición interior, más allá de la
motivación, que implica voluntad, entusiasmo, ilusión, actitud, habilidades, en
definitiva, un modo de ser y de actuar: “estoy,
quiero hacerlo, puedo hacerlo, sé hacerlo y voy a hacerlo, dando lo mejor que
hay en mí”.
El término “engagement” está de moda en el mundo empresarial, no es fácil encontrar una definición precisa en español, Marisa Salanova y Wilmar Schaufeli lo describen como “un estado mental positivo de realización, relacionado con el trabajo que se caracteriza por vigor (componente conductual energético: deseo de esforzarse con mucha energía), dedicación (componente emocional: mucha implicación, esfuerzo, entusiasmo, orgullo inspiración) y absorción (componente cognitivo: concentración). Sería algo así como implicación comprometida, es decir, ESTOY y QUIERO
Podemos vivir sin
compromiso, nadar y guardar la ropa, tener un pie aquí y el otro allí, jugar a
todas las bandas, pero eso no es vivir, porque eso no nos llevará al lugar en
el que queremos estar. “Si todo te da
igual, estás haciendo mal las cuentas” Albert Einstein. Si queremos una vida sin luz, no nos comprometamos
pero tampoco exijamos que la vida nos sorprenda ni esperemos vivir en plenitud .
Comprometerse es una
elección y tiene que ver con responsabilidad, responder por lo que decidimos. Cuando
nos comprometemos, nuestro estado de ánimo es diferente, observamos y
escuchamos de forma distinta, nos sentimos de otra manera y se nota en nuestro entusiasmo, en nuestras ganas, en la disposición para afrontar los desafíos, en la
manera de prestar atención y de darle un sentido a lo que sucede.
El regalo de este post…un
extracto de Expedición escocesa al
Himalaya, de William Hutchinson Murray, 1951 que nos habla de compromiso.
“Mientras no estemos totalmente
comprometidos habrá indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y
habrá siempre ineficacia. En relación con todos los actos de iniciativa y de creación
hay una sola verdad elemental, cuya
ignorancia mata innumerables ideas y planes espléndidos: en el momento en que
uno se compromete firmemente, la providencia se pone también en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que
provoca todo tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros
casuales y trae la ayuda material que nadie habría imaginado encontrar“
El segundo regalo… la
recomendación de un libro de Silvia Damiano, Engage me (Implícame). Ella es experta en inteligencia emocional y
neuroliderazgo y define engagement
como “poner tu cabeza y tu corazón en lo
que haces y amarlo”. En su libro recoge y explica las tres E´s vinculadas a este concepto:
el disfrute (enjoyment), la conexión
emocional (emotional connection) y la
responsabilidad (empowerment).
“Los sueños parecen al principio
imposibles, luego improbables y luego, cuando nos comprometemos, se vuelven
inevitables” Mathama Gandhi. Comprometerse, poner todo de nuestra parte, disfrutar,
con entusiasmo y coraje porque si no lo hacemos, si las palabras se las lleva el viento, entonces
las nubes tendrán mucho que contar.
Todos los besos