Esfuerzo: Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo
venciendo dificultades. Ánimo, vigor, brío, valor (RAE)
“Lo que con mucho trabajo se obtiene, más se
ama” (Aristóteles)
“Nuestra recompensa se encuentra en
el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”
(Mahatma
Gandhi)
Todos tenemos una montaña
que vencer en nuestra vida, ¿verdad? Las cosas son como son, la vida se escribe
con letra de médico y a veces toca remover algunos obstáculos que nos impiden
ser felices. Aunque el esfuerzo y la cultura del logro no estén de moda, podemos
trabajar para que nuestra vida sea como queremos, descubrir lo que nos hace
fuertes, aprender de las heridas, cuidarnos y cuidar de los demás, seguir
adelante. “Entre las dificultades, se
esconde la oportunidad” (Albert Einstein), “Un problema es una oportunidad para que
hagas tu mejor esfuerzo” (Duke Ellington). Lo único imposible es aquéllo que no intentamos
porque entre “querer” y “conseguir”, hay una palabra llamada esfuerzo, la suma de los pequeños
esfuerzos repetidos día tras día. “Cualquier
esfuerzo resulta ligero con el hábito” (Tito Livio).
El esfuerzo es la energía
que estamos dispuestos a invertir para conseguir nuestro objetivo. Lograr
nuestra meta puede llevarnos tiempo y, a veces, nos cuesta mucho pensar a largo
plazo. Manejamos mejor las metas específicas, rápidas y que provocan un
desafío cómodo, asumible.“Los obstáculos son
esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta” (Henry Ford). Nos quejamos de no
tener suerte, de no acertar pero no ponemos nuestros cinco sentidos para
tenerla a nuestro lado. Esforzarnos, ser constantes, trabajar para conseguir lo
que queremos, centrarnos:. Necesitamos organización, establecer prioridades, no
dejar las cosas para otro día y dedicar tiempo …planificar, reflexionar y cambiar
de hábitos. La diferencia entre los que consiguen sus metas y los que no, está
en que se esfuerzan porque saben lo que
quieren, saben que lo tienen que hacer, saben lo que tienen que hacer y saben
que llegar a la meta pasa por etapas menos cómodas. La clave está en la
fuerza de nuestro deseo y en la percepción de nuestra autoeficacia.
Es necesario querer, tenerlo claro. Sin motivación,
nuestro empuje desaparece. Por eso, cuando sentimos que no podemos dar un paso
más, es bueno mirar hacia atrás y ver todo lo que hemos logrado, eso nos da
impulso para dar otro paso. Si estamos cansados antes de empezar, algo no va
bien. “Las dificultades preparan a
personas comunes para destinos extraordinarios” (Clive Staples Lewis)
La teoría del esfuerzo invertido de Alan Watts nos recuerda
que, en determinadas ocasiones, para que las cosas salgan bien tenemos que
serenarnos y contemplar con cierta distancia lo que nos toca vivir. Es posible
que esa actitud nos lleve a comprender mejor las posibilidades sea mejor que una acción precipitada e
irreflexiva. Consciencia, serenidad,
reflexión, comprensión, responsabilidad y acción. Si somos capaces de no
forzar las cosas, nuestro potencial se expresa mejor; con menos esfuerzo,
logramos más. No se trata de dejar de hacer sino de cambiar la forma en que lo
hacemos, dejar de hacer las cosas con ansiedad y no estar cansados antes de
empezar.
El primer regalo de este
post, un video, Summits of my life, de
Kilian
Jornet, un amante de la montaña, cuyo filosofía de vida se basa en el
esfuerzo, en la superación y en la responsabilidad. Dice de sí mismo dice “Vivo persiguiendo y luchando por mis sueños”.
Nadie nos dijo que fuéramos.
Nadie nos dijo que lo intentáramos.
Nadie nos dijo que sería fácil.
Alguien dijo que somos nuestros sueños,
que si no soñamos estamos muertos.
Nuestros pasos siguen el instinto que
nos lleva a lo desconocido.
No miramos los obstáculos que hemos
superado, sino aquellos que vamos a superar.
No se trata de ser los más rápidos, los
más fuertes o los más grandes. Se trata de ser nosotros mismos.
No somos corredores, ni alpinistas, ni
esquiadores…ni tan solo deportistas somos personas.
No estamos seguros de conseguirlo, pero
estamos seguros de conquistar: la felicidad.
¿Qué buscamos? Quizás vivir
El segundo, un texto magnífico
de James
Allen:
“Los que no piensan, los ignorantes y los indolentes, que sólo ven los
efectos aparentes de las cosas y las cosas en sí mismas, hablan de suerte,
fortuna y azar. Cuando ven a un hombre hacerse rico, dicen: “¡Qué suerte
tiene!”. Al ver que el otro destaca intelectualmente comentan: “¡La fortuna le
favorece!”. Y al notar el carácter santo y la gran influencia de un tercero,
afirman: “¡El azar lo ayuda en cada paso!”. No ven los intentos, los fracasos,
las luchas a las que estos hombres se han enfrentado voluntariamente con el fin
de la experiencia; no tienen conocimiento de los sacrificios que han hecho, de
sus tremendos esfuerzos, de la fe que han puesto para superar los obstáculos
aparentemente insuperables y hacer realidad la visión que tenían en sus
corazones. No saben nada de la oscuridad y los sufrimientos: sólo ven la luz y
la alegría, y lo llaman “suerte”; no ven el largo y arduo camino, sino que sólo
se fijan en la meta, y lo llaman “buena fortuna”; no comprenden el proceso,
sino que sólo reciben el resultado y lo llaman “azar”.
Si lo quieres, nunca te rindas; a veces, la última llave es la que abre la
puerta. “No te digo que será fácil, te
estoy diciendo que valdrá la pena”.
Todos los besos