Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse como a una ventana llena de sol

Elegancia Cualidad de elegante, dotado de gracia, nobleza y sencillez. Forma bella de expresar los pensamientos (RAE). Del latín  elegere,  que significa elegir.
 “La elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos” (Honoré de Balzac)
Ese don enigmático pegado a la piel que acompaña a algunas personas, esa secreta atracción que desprenden por su forma de ser y de estar, esa luz que brilla desde el interior, determina cada uno de sus actos y las hace ser especiales…y es que hay ojos que crean dependencia y sonrisas que provocan adicción. Hay personas que nos enamoran más allá de todo poder de resistencia.
Cuando te acercas a su corazón, descubres su delicadeza, el encanto de sus detalles, el aura mágica  que se expresa en cómo miran, en cómo hablan, en cómo guardan silencio, en cómo caminan, cómo se sientan y cómo sonríen. Atraen pero no provocan, tienen  la naturalidad de lo auténtico porque lo que se ve es su esencia… la distinción, el porte, la proporción, la belleza, el gusto por lo que es hermoso, la presencia cálida y reconfortante, la serenidad.
Permanecen siempre en un segundo plano, con una discreción exquisita,  alejadas siempre de las formas agresivas,  de la vulgaridad, de lo soez. Viven, están, son y se mueven de forma única. Conocen sus cualidades y  son valientes.  Huyen de lo falso, de la mediocridad y se retiran de ello sin titubeos cuando la intuyen. El médico y escritor portugués Antonio Lobo escribe: “No es coraje, es elegancia. Quizá la elegancia es la forma suprema del coraje o el coraje es la forma suprema de elegancia”.
Es la elegancia entendida en su dimensión moral, como la esencia de una persona, como una cualidad vertebradora de la personalidad indisolublemente ligada a la grandeza, a  la armonía que produce la alineación de que lo que se siente, lo que se dice y lo que se hace.
Elegancia es elegir…nuestras palabras, nuestras formas, nuestras cosas, nuestra casa, cómo nos vestimos, qué personas nos acompañan, la actitud con la que nos enfrentamos a la vida, la calidad del tiempo que nos regalamos, la forma en la que cuidamos nuestro aspecto. Elegancia es la capacidad de poder elegir cómo queremos ser, cómo queremos estar y cómo queremos vivir. Keith Ferrari en su último libro  Nunca comas solo,  habla de la elegancia como el arte de hacer el mínimo esfuerzo para conseguir el máximo efecto y propone utilizar para ello la generosidad (ofrecer ayuda), la vulnerabilidad (pedir ayuda), la franqueza y la responsabilidad (cumplir las promesas).
Para estas personas únicas, la belleza es una necesidad vital porque sin ella, el alma no se mueve. Piero Ferrucci, filósofo y psicoterapeuta, en su libro  Belleza para sanar el alma, define el concepto de inteligencia estética como “la capacidad de admirar lo bello. Una persona tocada por la belleza es una persona con un carácter distinto, con un mundo interior inmensamente más rico y variado, un contacto más vivo con las emociones, una capacidad más acentuada oara afrontar las relaciones con los demás, un mayor y más profundo conocimiento de la vida, una individualidad más fuerte y una autoestima más sólida, un ansia de vivir mucho más intensa y una manera más apropiada y competente de hacer elecciones y de moverse en la vida cada día”.
El regalo de este post…la escena de Memorias de Africa en la que ella cuando ella va a contarles una historia durante una cena de amigos…su forma de hablar, de mirar, de sonreír, de colocar las velas, la  luz, los reflejos del cristal, la música…Todo, absolutamente todo, desprende ese aura de magia.
Maya Angelou  escribió “He aprendido que las personas se olvidan de lo que dices, también de lo que haces, pero nunca se olvidan de cómo les haces sentir” y es que, “Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse como a una ventana llena de sol” (Federico García Lorca), personas que cuando te abrazan, “te pegan su alma”.
Como el título del álbum de Fito (¡¡gracias Nacho!!)…Lo más lejos a tu lado.
Todos los besos