Las personas perfectas no beben, no pelean, no mienten, no cometen errores...no existen



Perfecto: Que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea. Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto (RAE)  

“La perfección no se alcanza cuando no hay nada que añadir, sino cuando no queda nada que quitar” (Antoine de Saint-Exupery)

Nos pasamos gran parte de nuestra vida preocupados por ser perfectos, viviendo a veces en continuo desacuerdo con nosotros mismos. La exigencia de la perfección se centra en la búsqueda de un modelo inalcanzable, en un deseo imposible, el de hacer las cosas perfectas hasta el más mínimo detalle. Esta característica suele ser valorada en el mundo profesional si bien ocasiona problemas en el mundo emocional porque junto al afán por hacer todo sin defectos, suelen aparecer episodios de angustia, de tensión permanente, de insatisfacción y de miedo “No tengas miedo a la perfección, nunca la alcanzarás” (Dalí).

La falta de control sobre nuestras expectativas que produce la búsqueda de la perfección nos aleja de la posibilidad de equivocarnos, de cometer errores, de aprender de ellos. Somos perfectos en nuestra imperfección. “La imperfección es belleza, la locura es un genio y es mejor ser absolutamente ridículo a ser absolutamente aburrido” (Marilyn Monroe). Nos cansamos, nos olvidamos, nos distraemos, nos confundimos. Los errores son sólo oportunidades de aprendizaje; de los errores aprendemos cómo hacer las cosas y cómo no hacerlas “Los errores son alegres y la perfección es gris(Borges).

Hagamos lo que hagamos, hagamoslo al cien por cien, entregados, al completo, dando lo mejor de nosotros mismos, totalmente, no perfectamente… con la entrega, la ilusión,  el entusiasmo y la confianza que estemos dispuestos a poner en juego. “Busca la excelencia y no la perfección” (Joyce Meyer). Este camino nos lleva a comprometernos a hacer siempre las  cosas lo mejor que podamos bajo cualquier circunstancia,  independientemente del resultado final, confiando  en hacerlo aún mejor en el futuro. Es un camino flexible y dinámico, abierto al aprendizaje continuo, a la mejora, a aprender todo aquello que todavía no somos “A veces hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo” (Eugène Delacroix).

El primer regalo de este post es la recomendación de un libro, Los dones de la imperfección. De Brené Brown, útil para los que creemos que es importante valorar nuestra propia existencia y luchar para conseguir lo que deseamos. Es bueno reconocer que somos imperfectos y vulnerables y también ser conscientes de lo que valemos y podemos lograr.

El segundo regalo, la re-lectura de un post anterior de Exprimet:Nada es permanente, nada es perfecto, nada está completo sobre el Wabi-Sabi, una apreciación estética que se basa en la evanescencia de la vida, en encontrar la belleza en la imperfección, en la impermanencia, en lo inacabado…

Somos un reflejo de lo perfectamente imperfecta que es la vida. “Las personas perfectas no beben, no pelean, no mienten, no cometen errores…no existen” (Paulo Coelho)


Todos los besos