Llorar: Derramar
lágrimas. Sentir vivamente algo (RAE).
“El que con lágrimas siembra, con regocijo
cosecha” (Salmos 126:5)
Creo que, de todos los
temas sobre los que me han pedido que escribiera en el blog, éste ha sido uno
de los más difíciles. No sé si por las veces que he visto cómo se te empañaban
los ojos delante de nuestro café…no sé si por las veces que se me han empañado
a mí en los últimos tiempos…no sé si porque escribiendo se puede cantar,
hablar, reír, llorar y gritar en silencio…
Llorar, como reír, forma
parte de la vida, llorar (como reír) nos libera, nos hace sentir mejor. Las
lágrimas son tan necesarias como las sonrisas, alivian tensiones, suavizan la
tristeza…Llorar es sano, incluso terapéutico porque reduce el estrés, la
tensión,… la ansiedad. Es una forma de liberar ese cúmulo de emociones que nos
sobrepasan en algún momento de nuestra vida. “Quienes no saben llorar con el corazón, tampoco saben reír” Golda
Meir
El Dr. Murube, de la
Universidad de Alcalá de Henares, afirma que existen al menos 465 emociones
distintas por las que lloramos: admiración, ira, aflicción, angustia, ansiedad,
confusión y arrepentimiento son las más comunes. En su estudio afirma que todas
estas situaciones pueden resumirse en dos posibilidades: lloramos para pedir o
para ofrecer ayuda.
Existen muchas formas de
llorar…lloramos a solas, acompañados, desesperados, felices, por sorpresa o
gradualmente, de forma explosiva o contenida, lloramos por pelar cebollas, por
decepciones, porque deseamos algo que no llega, por miedo, por dolor…… lloramos
con intención o sin ella, al inicio o al final… lloramos de alegría, de
tristeza, lloramos de impotencia….lloramos por amor… lloramos cuando nos
agobian los problemas del día a día, cuando perdemos a alguien que era
importante… lloramos por las lejanías, por las cercanías, por las victorias,
por las derrotas…y es que el alma necesita llorar para liberarse de sentimientos
“Conozco esas lágrimas que no caen y se
consumen en los ojos, conozco ese dolor feliz,
esa especie de felicidad dolorosa, ese ser y no ser, ese tener y no
tener, ese querer y no poder” (José Saramago).
Es esencial poder llorar…
llorar abiertamente, dejar que broten esas lágrimas, en ocasiones, tan necesarias como el
respirar, lágrimas que nos limpian por dentro. Romper a llorar. Me encanta esa expresión. Romper a llorar o a
reír… vale la pena hacerse añicos por esos sentimientos. Al fin y al cabo, puede que cuando lloremos,
nunca lloremos por lo que lloramos, sino por todas las cosas por las que no
lloramos en su debido momento…y después, la calma porque, aunque las cosas no
cambian por unas lágrimas, siempre nos sentiremos mejor. El periodo de calma
supera con creces el tiempo de dolor que lo provocó. “Llorar alivia en ocasiones” (Ana Frank).
El regalo de este post: …una frase…
y una canción...una de mis
preferidas para cerrar los ojos y dejarse llorar… Bedshaped…(Keane, ¡cómo no!)
La próxima vez, deja que
tus lágrimas fluyan, no las guardes en tu corazón…porque hay días llenos de lágrimas…Cerrar los ojos y dejarte llover
Todos los besos