Responsabilidad:
Capacidad existente en todo sujeto activo de
derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado
libremente (RAE)
“Yo soy el dueño de mi destino;
yo soy el capitán de mi alma” (William Ernest Henley)
Nuestras elecciones configuran nuestro carácter “La
elección en sí misma es crucial para la confirmación de la personalidad: a
través de la elección, la personalidad se sumerge en lo que se está eligiendo,
mientras que cuando no hay elección la personalidad se atrofia” (Soren Kierkergaard). Actuamos no sólo para responder a las circunstancias sino para crearlas;
actuamos para trascender, para ir más allá “El
hombre no vive, sino que dirige su vida” (Arnold Gehlen).
Para Stephen Covey, la responsabilidad
alude a dos conceptos: responder y habilidad, responsabilidad es la
habilidad para elegir la respuesta. Podemos responder ejerciendo el papel de
víctima, buscando la inocencia, haciendo que la responsabilidad/culpa esté fuera
de nosotros, separándonos del problema pero también de la solución y
cerrándonos así, la posibilidad de encontrar las mejores respuestas a cada
situación o, podemos asumir la responsabilidad, elegir ser protagonistas, siendo
parte del problema y también de la solución. Si vivimos nuestra vida sintiéndonos
infalibles, siempre culparemos a otro; no podremos enmendar nuestras
equivocaciones y no aprenderemos ni cambiaremos nada…veremos en el otro al
enemigo que causa nuestros males, cuando somos, en esencia, la causa de la
buena o mala suerte que nace de nuestros actos.
Responsabilidad no es culpa, no es exigencia, no significa adherirnos a
lo preestablecido, ni implica una actitud pasiva … el sentimiento de culpa
destruye posibilidades, el principio de responsabilidad genera aprendizaje y
oportunidades. Cuando somos responsables, elegimos cómo posicionarnos, nuestra
respuesta en cada momento, no permitimos que otras personas decidan por nosotros,
lideramos nuestra vida y, si lo hacemos, asumimos la responsabilidad sin culpar
a los demás ni a las circunstancias, sin autoengañarnos Siempre podemos elegir
la respuesta que queremos dar, siempre podemos influir sobre el resultado y
cambiarlo. Nuestra responsabilidad tiene que ver con nuestra libertad, con
nuestros espacios de reflexión, con nuestra valentía, con nuestra autoestima y con nuestra apertura al aprendizaje. Sin
responsabilidad no podemos aprender de nuestros errores y hacer de la vida un
proceso de mejora continua “Debes saber
que si eliges no elegir, eliges igualmente” (Jean-Paul Sartre).
La responsabilidad nos hace sopesar las distintas posibilidades y
aprender que no siempre el camino más rápido es el correcto, que a veces los
atajos pueden llevarnos a una trampa de la que es muy difícil escapar.
Responsable con los demás y también con nuestros principios. La decisión más
importante es, tal vez, cómo contar la historia de nuestra vida.
El regalo de este post es una imagen…las cosas que puedes cambiar
(Paulo Coelho)
Cada situación en la vida nos ofrece la oportunidad de responder, de
elegir cómo hacerlo. Cómo respondemos determina cómo nos sentimos, qué tipo de
vida nos construimos y las posibilidades que vamos a tener. Somos responsables
de lo que hacemos, de lo que hacemos, de lo que no defendemos y de lo que
callamos. Actuar como víctimas o actuar asumiendo nuestra responsabilidad, dos
posturas frente a la vida ¿Cuál es la tuya?... Fue sin querer, queriendo.
Todos los besos