Para poder seguir, a veces hay que EMPEZAR DE NUEVO



Comenzar: Dar principio (RAE)
“Todos los triunfos nacen cuando nos atrevemos a comenzar”
(Eugene Ware)

Septiembre es un mes para volver a empezar, volver a construir, a conquistar, a dar, a recibir, a reír, a llorar… volver a querer, a VIVIR… también es un mes idóneo para, después de un verano reparador, afrontar nuevos retos con ilusión, emprender proyectos con entusiasmo, hacer propósitos e incorporar nuevos hábitos en nuestra vida. “La historia es un incesante volver a empezar” (Tucídides). Así que…antes de llenar nuestra agenda de otoño con un aluvión de compromisos y obligaciones, paremos un momento y pensemos qué queremos hacer realmente y qué nos ilusionaría de nuevo “Nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una nueva historia o construir un nuevo sueño” (CS Lewis).

Seamos concretos y realistas cuando programemos cómo conseguir nuestros sueños. Pensemos en ellos, dónde empiezan, por qué nos arriesgamos, por qué queremos conseguirlos“El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños” (Eleanore Roosevelt) y cuánto creemos que nos va a costar “Los que abandonan nunca triunfan, los que triunfan nunca abandonan” (Vince Lombardi). Empezar, siempre volver a empezar…aunque sintamos cansancio, aunque la energía nos abandone, aunque una equivocación nos haga daño, aunque una traición nos hiera, aunque la ilusión se apague,  aunque ignoren nuestros esfuerzos, aunque haya ingratitud, aunque todo parezca nada porque “Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo” (Julio Cortázar). La felicidad no se encuentra en la meta, sino en aquello que hacemos momento a momento “Un viaje de mil millas comienza con un solo paso” (Lao Tsé).

El regalo de este post es el poema Viaje a Ítaca de Cavafis, que nos recuerda lo importante que es el camino y lo que aprendemos mientras lo recorremos. El viaje es lo que nos ocurre mientras avanzamos. Podemos tener en mente siempre hacia donde nos dirigimos, pero ese destino es tan solo la excusa por la cual empezamos el camino y éste cobrará vida propia a medida que lo recorramos. Será siempre incierto y, por mucho que lo intentemos, nunca sabremos lo que hay al otro lado de esa montaña,  más allá de aquel desierto o una vez que crucemos el océano...
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

Una nueva página en blanco, abierta y preparada para empezar un nuevo capítulo. Cada volver a empezar es una aventura y  un momento único. CONFÍA. Para poder seguir, a veces hay que empezar de nuevo... VIVIR CON PASIÓN.


Todos los besos