No te tomes en serio nada que no te haga reír



Reír: Celebrar con risa algo (RAE)
El humor tiene la capacidad de devolverte la certeza de que la vida merece la pena. Y uno se salva, a veces, por el chiste, por el mágico sonido de la risa, que puede no ser tu risa; por la escondida capacidad de tomarte el pelo, de verte desde afuera y reírte de vos mismo” (Eduardo Galeano)

Nuestra capacidad de reír es innata, involuntaria e instintiva y esa imprescindible cuota de humor en nuestra vida, nos ayuda con nuestra torpeza, con nuestras distracciones, con nuestra estupidez o con la manía de tomarnos las cosas demasiado en serio. El humor nos advierte, a veces,  de que somos demasiado estrictos, de que determinadas normas no tienen sentido o de que las preocupaciones nos ocupan demasiado tiempo.

Reír nos hace sentir bien. Cuando nos reímos de verdad, liberamos endorfinas y dopamina, neurotransmisores relacionados con el bienestar psicológico. La risa se relaciona con la espontaneidad, la ingenuidad o la frescura. Al mismo tiempo, disminuye el nivel de cortisol, que es una hormona relacionada con el estrés. Reír es beneficioso para la salud, tiene  efecto analgésico, fortalece el corazón y el sistema inmunológico, ayuda a reducir el estrés, reduce el insomnio, mejora la capacidad respiratoria, oxigena la piel y facilita la digestión.

Además, reír fomenta la cohesión social porque nos une y nos invita a colaborar. La risa también potencia nuestra creatividad porque huye de los procesos lógicos  habituales. Nuestro sentido del humor nos permite jugar con nuestras capacidades cognitivas y lingüísticas, utilizándolas de mil maneras, simplemente para divertirnos, jugamos con conceptos e ideas de forma creativa.

Otra buena noticia es que nuestra capacidad de reír puede desarrollarse hasta en situaciones difíciles porque el humor, como el amor, es capaz de rescatarnos en esos momentos. Ríamonos, a carcajadas si es posible, de nuestros problemas exagerándolos de forma divertida, porque seguro que después, nos parecen más “pequeños”. Ríamonos  de nuestras preocupaciones cotidianas, mirándolas desde otra perspectiva, ríamos a carcajadas, hasta notar que la sensatez y la cordura desaparecen. Ríamos cada vez que podamos y, sobre todo, cuando más nos cueste. “La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar” (Nietzsche)-

¿Qué sería de la vida sin sentido del humor, sin la capacidad de reírnos de ella, o de nosotros mismos? La risa nos oxigena el alma y cuerpo y es un manantial de emociones positivas.

El primer regalo: Los consejos de Menahem Belilty en su libro Es en serio, ¡ríete! El poder curativo de la risa.
La risa y el buen humor son, en realidad, una manera de ver y vivir la vida.  “Ríete de ti mismo, refuerza lo positivo que hay en ti, decídete por el buen humor, percibe positivamente, practica la relajación, elimina la rabia, hazte responsable de lo que te sucede, juega y disfruta.

El segundo regalo: una reflexión muy muy bonita sobre el humor de André Comte-Sponville
“Se puede bromear acerca de todo: el fracaso, la muerte, la guerra, el amor, la enfermedad, la tortura. Lo importante es que la risa agregue algo de alegría, algo de dulzura o de ligereza a la miseria del mundo, y no más odio, sufrimiento o desprecio. Se puede bromear con todo, pero no de cualquier manera. Un chiste judío nunca será humorístico en boca de un antisemita. La ironía hiere, el humor cura. La ironía puede matar, el humor ayuda a vivir. La ironía quiere dominar, el humor libera. La ironía es despiadada, el humor es misericordioso. La ironía es humillante, el humor es humilde”.

y…el tercero regalo: ¡¡TE REGALO RISAS…A CARCAJADAS!!...en un monólogo de de Dani Rovira: Los selfies están jodiendo la vida a los Tiranosaurus Rex. ¡¡No te lo pierdas!!
Schss… recuerda… NO TE TOMES EN SERIO NADA QUE NO TE HAGA REÍR (Eduardo Galeano)

Todos los besos