Y entonces yo, en vez de bajarte el cielo, te subí a él


Calidez: Calor, ardor (RAE)
Que conforta, alienta o consuela. Que produce comodidad.

 “He aprendido que estar con aquello que me gusta es suficiente” (Walt Whitman)

Hygge es más que una palabra en danés que no se puede traducir a otros idiomas. Apareció escrita por primera vez en el siglo XIX, a partir de una palabra noruega que significa bienestar y desde entonces,  ha evolucionado a este concepto. Hygge es una forma de sentir la vida, de vivir la calidez y de crear un ambiente en el que sentirse realmente a gusto, cómodo, relajado y seguro. Es poner atención a dedicar un rato a que sea el mejor momento de cada día. Debe ser que esas largas tardes de inviernos fríos invitan a eso, a sentarse frente a la chimenea con una taza de chocolate caliente y un jersey abrigadito, a hacer galletas de canela, ponerlas en un plato bonito y comérselas después, a encender velas al atardecer, velas en la ventana, velas en la bañera, velas en la mesa a la hora de la cena (…la luz tenue de las velas… ¡¡ Nunca hay demasiadas velas!!), a leer bajo un  edredón, a escuchar esa canción (esa canción) o a hacer dibujos en la espuma del café… “Hay que detenerse para descubrir que en cada momento está escondida la eternidad (Raimon Panikkar).

Calidez en el ambiente y en ti y… en mí. La calidez derriba muros, abre caminos y construye puentes. La calidez invita a la serenidad y a la calma y, con o sin palabras, da forma a nuestras relaciones. Una caricia, una mirada atenta, una palabra, cómo me coges las manos o cómo me escuchas surten efecto inmediato cuando nos acercamos, cuando somos permeables. Es posible sentirse desnudo o vulnerable y esa calidez real, congruente, que hace que nuestras palabras, la expresión de nuestro rostro y de nuestro cuerpo reflejen lo que sentimos, nos hace sentirnos más libres. Calidez...caricias, palabras, miradas que aportan consuelo, alivio, ternura, atención, afecto y que nos hacen sentir mejor “Cuando enciendes una luz para alguien, también se ilumina tu camino” (Buda) .

El primer regalo de este post es el relato de Karen en la película Memorias de Africa, sin duda puro hygge;  sin duda, era danesa...

El segundo regalo de este post: una canción Hygge, Memoir,  de Villagers…para escuchar en silencio con esa taza de café que tienes ahora entre las manos...

Consentirte, pasar un rato agradable, no castigarte ni negarte nada. Hay un silencio cómodo que te devuelve la imagen de un lugar en el que te apetece quedarte…esa  idea de relajarse y sentirse en casa…”Entonces yo, en vez de bajarte el cielo, te subí a él. Nos quedamos aquí, te dije. Seamos una estrella que se cumple” (Elvira Sastre).

Todos los besos