Elogiar: “Alabar las
cualidades o los méritos de alguien o de algo” (RAE)
“Nada hay tan común, como el deseo de ser
elogiado.”
(William
Shakespeare)
Tras examinar los comentarios que hacían algunas
personas que participaban en sus estudios, el psicólogo John Gottman descubrió algo curioso: la frecuencia de los
comentarios positivos tiene que superar la de los negativos, en una relación
5:1, o en otras palabras, se necesitan cinco comentarios positivos, que
muestren comprensión y apoyo, para poder borrar un solo comentario negativo que
haya tenido un matiz de desprecio, hostilidad o crítica malsana.
Palabras que acarician…no
todos vivimos igual que nos elogien… Para algunas personas, el elogio es la
energía para vivir, lo necesitan y, a
menudo, lo buscan y, esa dependencia de los halagos de los demás,
los hace vulnerables “No vayas contra lo
que es justo para conseguir el elogio de los demás” (Lao-Tsé). Para otros, el
elogio es irrelevante, ni lo buscan, ni lo esperan. Para los demás, quizá para
la mayoría, recibir un elogio sincero es un regalo que nos emociona, nos
motiva, nos refuerza, nos da energía para seguir adelante y nos impulsa a hacer
mejor las cosas. Cuando no son frecuentes los elogios “El que se guarda un elogio, se queda con algo ajeno” (Pablo
Picasso), cuando recibimos constantemente el mensaje de que lo hacemos
mal, nos lo acabamos creyendo. La falta de palabras de aliento, no sentir la
calidez de la aprobación y del reconocimiento nos mina y, si se combina con
dosis excesivas de críticas, el efecto se multiplica.
Es bueno no escatimar los elogios a los demás cuando lo merecen y administrarlos con sabiduría y también con generosidad “Es un signo de generosidad halagar de manera generosa” (André Maurois) Tenemos que dar mucho más reconocimiento. Muchísimo más. Buscando formas creativas e interesantes de reconocer lo que otras personas hacen bien. Elogios que nos salgan de dentro, de forma natural, auténtica, elogios que tienen fuerza y sentido.
También es bueno saber recibir y disfrutar de un elogio merecido. La aceptación de un elogio es una muestra de humildad, con ella estamos diciendo que lo necesitamos “Me avergüenza la alabanza porque me satisface en secreto” Rabindranath Tagore, “Rechazar una alabanza es desearla el doble” François de la Rochefoucauld.
El regalo de este post… es
un vídeo impactante, emotivo y cargado de energía que no deja indiferente. Chris
Ulmer no es un profesor como los demás y sus alumnos, tampoco. En la Mainspring Academy de Jacksonville , niños
con diferentes problemas de aprendizaje, daño cerebral o autismo se han hecho
famosos gracias al increíble método de enseñanza de su profesor: cada mañana,
Chris invierte los primeros 10 minutos de su clase diciendo a cada niño las
cosas buenas que tiene, sus cualidades y lo contento que está de tenerle en su
clase, ¿adivinas cuáles han sido los efectos?
Palabras que acarician, palabras que curan...el
elogio hace que demos lo mejor …es su magia…así que...GRACIAS por esos elogios que salen del alma y que reconocen el esfuerzo...¡cómo me llenan y me impulsan a seguir con esta aventura!...GRACIAS DE CORAZÓN.
¿Te lo han dicho ya?…Hoy estás radiante...
Todos los besos