Y como no sabía que era imposible, lo hice



Creencia: Firme asentimiento y conformidad con algo (RAE)
No es porque las cosas sean difíciles que no nos atrevemos, es porque no nos atrevemos que las cosas sean difíciles (Séneca)
Quizá uno de los cuadros más famosos de Magritte es “Esto no es una pipa” y, realmente él no mentía, es sólo un lienzo con la imagen de una pipa. Y es que las cosas no son como son, sino como las percibimos. La percepción crea la realidad. Creamos realidades diferentes ante un mismo hecho dependiendo de nuestras creencias.
¿A que a ti también te pasa?... Lo que nos sucede lo interpretamos como positivo o negativo según nuestras creencias y, en vez de comprobar si éstas son ciertas o no, buscamos evidencias que reafirmen lo que creemos. Determinan nuestra vocación, la forma de comportarnos, nuestros deseos, nuestros rechazos y otros patrones de nuestro pensamiento. Nuestras creencias se organizan en torno a nuestros valores, ocupan el lugar de la realidad y no soportan que las pongamos en duda. Lo que vivimos condiciona lo que creemos, también lo que creemos condiciona lo que vivimos.

Tienen una función positiva porque son una respuesta de adaptación a un momento de nuestro pasado, a un acontecimiento que nos dejó huella, a experiencias o condicionamientos educativos. En ocasiones, también nos limitan, cuando nos llevan a conclusiones que nos perjudican,  cuando hacen que valoraremos una situación centrándonos en un detalle y olvidando lo importante, cuando nos llevan a convertir algo particular en genérico o cuando nos hacen magnificar los acontecimientos. “Lo que nos perturba no es lo que nos ocurre, sino nuestros pensamientos sobre lo que nos ocurre” (Epicteto) Y es entonces cuando queremos cambiarlas , cuando nos damos cuenta de que no son verdades “para siempre”. Cuando cambiamos nuestras creencias, nuestro mundo cambia.


El regalo de este post es un cuento de Jorge Bucay que relata como nuestros “no puedo” condicionan lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos. Es  El elefante encadenado.
El segundo es un trocito de la película “Qué les pasa a los hombres”…cuando somos niños, lo que nos digan los demás puede ser un estímulo o un freno y además, conforma nuestra identidad.
¿Cuántas veces te detuviste porque creíste que no podías seguir?. Nuestras creencias son las responsables de cómo tomamos nuestras decisiones, de cómo hacemos nuestras elecciones… por eso, necesitamos generar creencias positivas que nos llevan a ser más fuertes, a vivir más felices, a no sufrir… ¿te atreves? ¿te apetece cambiar algunas de las que ya no te sirven?. “Como no sabía que era imposible lo hice”. Albert EinsteinTodos los besos