Cena: Última comida del día, que se toma al atardecer
o por la noche. Reunión de personas para cenar. (RAE)
“Un hombre viaja alrededor del
mundo para buscar lo que necesita y vuelve a su hogar para encontrarlo.” (George Moore)
…¿Y si te dijera que existe un momento “casi mágico”
que mejora tu calidad de vida y tu salud y la de las personas a las que quieres
tanto?...¿y si además te dijes que es algo que está a tu alcance? …ese rato es la cena. El ajetreo de nuestro día a
día, estos horarios infernales y tantas “obligaciones” están afectando a uno de
los momentos más especiales que tenemos para disfrutar y compartir, la cena. Es alarmante cómo disminuyen las cenas compartidas y
aumentan las que hacemos en solitario, mientras vemos la televisión, delante del
ordenador o revisando los mensajes en el teléfono,…para algunas personas ya es casi es un hábito, picotear sin llegar a sentarse,…
Lo que comemos cuando nos reunimos, cómo lo hacemos y
cuándo, refleja nuestra identidad,
nuestra herencia cultural, incluso hay estudios que demuestran el papel tan relevante de
nuestras emociones cuando elegimos qué vamos a comer: picante cuando buscamos
acción, dulce cuando estamos cansados, y así sucesivamente,…En nuestra casa, la
cocina es el alma de nuestro hogar, es el lugar donde “se cocina” todo lo que
nos pasa, dónde nos contamos lo que nos ha ocurrido durante el día, dónde
decimos lo que necesitamos, lo que sentimos, lo que pensamos, lo que queremos…la
verdad es que la cocina de nuestra casa es un lugar llenito de charlas, repleto de emociones porque, para
nosotros, ese lugar, buscar ese momento al menos una vez al día, es una prioridad para cuidarnos.
Alrededor de una cena tejemos vínculos o se celebramos
ocasiones especiales …Cenar en familia, cenar con amigos, con amigas, cenar
contigo…compartiendo, conversando, conviviendo …Cada cena nos cuenta una
historia, planificamos la compra, los preparativos, prestamos atención a la
vajilla, a todo lo que rodea a ese momento,…no ponemos la mesa de la misma
manera, ni a la misma hora,...no servimos los alimentos igual, no utilizamos
los mismos rituales, …una cena es una expresión de nuestro mundo interior…cuando preparamos
un plato o elegimos un restaurante buscando el efecto que causará, emitimos y
recibimos mensajes...mensajes de cuidado, de delicadeza, de
esmero, de protección, de interés, de amor…sobran las palabras…por eso, esos momento dejan
huella en nuestra memoria.
El primer regalo de este post es un video de Ikea,
que nos cuenta qué es y cómo practicar la cenología, un método infalible para
jugar, aprender y cenar todos juntos.
El segundo es la recomendación de un libro, Como agua para el chocolate, de Laura
Esquivel, dónde la comida también es una forma de decir.
Dime, ¿cenamos?...“Si
tú invitas a la cena yo traigo los besos” (Mr.Wonderful)
Todos los besos