Compartimentos estancos: Dicho de una embarcación,
que se halla bien dispuesta y reparada para no hacer agua por sus costuras
(RAE)
“Mi
vida está llena de desdichas, la mayoría nunca ocurrieron” (Montaigne)
Un gran avance de la navegación fue la instalación de compartimentos
estancos en los barcos para evitar que se hundiesen si se producía una vía de
agua.
Vivir en compartimentos estancos es la habilidad para concentrarse en el presente, ese momento pleno, simplemente real, el momento perfecto porque, sencillamente, es lo que es. “Vivir el momento”…¡cuántas veces hemos reflexionado sobre ésto!. El pasado ya pasó y no tiene vuelta, sobre el pasado no podemos cambiar nada, en él podemos incluir lo bueno pero también lo pendiente, lo que no nos gusta, lo que no queremos repetir o recordar…El futuro nunca llega porque cuando lo hace es presente, es incierto y está lleno de escenarios que nadie nos asegura poder vivir. Vivir hoy, concentrándonos, con toda la inteligencia y con todo el entusiasmo, vivir simplemente cada día hasta la hora de acostarse. Vivir en compartimentos estancos cerrando todos los días las compuertas a los reproches por el pasado y a la angustia por el futuro...se disfrutar de este día que nunca más vamos a vivir.
El regalo de este post es un fragmento muy hermoso del discurso “Una forma de vivir” que dio William Osler, un médico canadiense, a los estudiantes de la Universidad de Yale hace ochenta años. En él, les contaba lo que le sucedió durante un crucero en el océano un día en que el capitán del barco le explicó cómo los compartimientos estancos de la nave en la que viajaban se estaban cerrando: “Es una parte muy importante de nuestra seguridad. En caso de un problema real, como de una grieta en el casco que deje entrar agua a un compartimiento, éste no afectará al resto del barco, que se mantendrá a flote”
" Cada uno de vosotros es una organización
mucho más maravillosa que un barco y efectúa un viaje más largo. Lo que os pido
es que aprendáis a manejar la maquinaria que os permita vivir en compartimientos estancos cada día,
como el mejor modo de garantizar la seguridad del viaje. Subid al
puente y comprobad si por lo menos los grandes mamparos funcionan
bien. Apretad el botón y escuchad, en todos los niveles de vuestra vida,
las puertas de hierro que cierran el pasado, los ayeres muertos. Apretad
otro botón y cerrad, con una cortina metálica, el futuro, los
mañanas que no han nacido. Así quedaréis seguros, seguros por hoy...
¡Cerrad el pasado! Dejad que el pasado entierre a sus muertos. Cerrad los
ayeres que han apresurado la marcha de los necios hacia un triste fin...
Llevar hoy la carga de mañana unida a la de ayer hace vacilar al
más vigoroso. Cerremos el futuro tan apretadamente como el pasado...
El futuro es hoy... No hay mañana. El día de la salvación del hombre es
aquí, ahora. El despilfarro de energías, la angustia mental y los
desarreglos nerviosos estorban los pasos del hombre que siente ansiedad
por el futuro... Cerrad, pues, apretadamente, los mamparos a proa y a
popa y disponeos a cultivar el hábito de una vida en compartimientos
estancos al día".
¿Y si intentamos vivir un
día cada vez?…solo por hoy, desde ahora hasta la hora de acostarnos…todos
podemos soportar lo que sea, por pesado que sea, hasta la noche, intentado
vivir suavemente hasta que el día termine…y esto es todo lo que la vida
significa.
Cada día es una nueva vida para
el hombre sabio.
Todos los besos