Febrero...¡Prometo bailarte!



Bailar: Ejecutar movimientos acompasados con el cuerpo, brazos y pies (RAE)

 “Deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez” (Nietzsche) 

Sócrates aprendió a bailar a los 70 años porque sentía que había descuidado una parte esencial de sí mismo. Nietzsche, tan nihilista y tan taciturno, no se resistió a hacer apología del baile. El baile, la mejor forma de mover el cuerpo, la relación entre lo bello y lo más bello, entre el movimiento y la proporción.

Vivir es bailar. La vida es un baile. Podemos escuchar su música, sentir su ritmo (la magia que nos invita a movernos) y elegir el nuestro, podemos decidir cómo queremos bailar…aprendemos sobre la marcha, a veces toca dirigir, a veces dejarse llevar...no hay guerra sin tregua, ni alegría sin tristeza, ni deseo sin espera, ni luces sin sombras…Todo se mueve, y todo se mueve con un ritmo. Bailar con la vida, en eso consiste. No importa si no bailo bien porque no sólo es una técnica, es el impulso de la vida y a mí, me gusta bailar. Bailar con lobos y bailar con mis miedos hasta que pierden fuerza y se desvanecen, con mis sueños, con lo que deseo, caerme mientras bailo, levantarme, equivocarme, aprender nuevos pasos...conocer y reconocer, sentir, sentir con los pies, con el cuerpo, con la piel,…Bailar me hace descubrir, me hace desaparecer, dejarme ir. Me hace subir, bajar, estirarme... emocionarme e incluso expresar lo que de otra forma, no me atrevería a mostrar (el cuerpo nunca miente) porque cuando bailo, puedo disfrutar del lujo de ser yo...Lo importante es ese momento en movimiento, hacer de él algo vital y digno de ser disfrutado con la mayor intensidad. Si pudiese explicarte mejor lo que se siente, no valdría la pena bailarlo: así que, te invito a probar, a bailar pensando que nadie te mira...éste es el regalo de este post…

Vivir el baile. Bailar la vida y aunque ésta no sea la fiesta que esperabas, nunca dejes de bailar. Sube los altavoces a tope… y ¡baila! (nadie te mira)... 
“Deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez" (Nietzsche). ¿Bailar?...a mi me gusta llamarlo VIVIR. Febrero…¡Prometo bailarte! cada día.

Todos los besos