No es creyendo sino dudando como se puede llegar a la verdad



Dudar : Tener indeterminación del ánimo entre dos juicios o dos decisiones (RAE)
“Si uno empieza con certezas acabará con dudas pero si se conforma con empezar con dudas conseguirá acabar con certezas aun faltando las palabras” (Herodoto
“Antes del descubrimiento de Australia, los europeos no tenían ningún motivo para pensar que podía existir un cisne negro. Hasta que llegamos a Australia, y el descubrimiento de una sola ave acabó con siglos de evidencia. Este hecho ilustra una grave limitación de nuestro aprendizaje a partir de la observación y la experiencia” (Nassim Nicholas TalebEl cisne negro). Esta reflexión pone de manifiesto uno de los errores más comunes cuando nos enfrentamos a la complejidad y la incertidumbre. Si hemos vivido en el hemisferio norte, pensaremos que todos los cisnes son blancos; la existencia de un cisne negro nos parece imposible...¡¡necesitamos DUDAR!!.

Dudar es un verbo que no nos gusta conjugar porque nos hace sentir incómodos, inseguros. Solemos preferir tener todo bien atado. Sin embargo, dudar activa nuestra curiosidad, el deseo de saber, de explorar otros puntos de vista. Dudar nos hace vivir más abiertos al mundo. La duda es un paso necesario que nos ayuda a crecer y nos libera de la obligación de estar siempre en lo cierto “La duda es la maleta más valiosa de los genios” (Edmon H. Fisher).

“Creer es muy monótono, dudar es muy apasionante” (Oscar Wilde). Dudar para aprender y decidir para hacer, dos herramientas para gestionar entornos inciertos. Cuestionarse antes de tomar una decisión es necesario. Alcanzaremos mayores grados de solidez cuánta más información tengamos sobre las cosas y también cuánto mejor las hayamos analizado, y, para eso, necesitamos dudar. La certeza absoluta no existe.

“Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas” (Ortega y Gasset). El aprendizaje y las evoluciones nacen de la duda “Enseñar es enseñar a dudar” dice Galeano, dudar a partir de la crítica, de la reflexión y el debate. Dudar sobre las ideas que nos vienen dadas. “La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas” (Camilo José Cela) Las dudas nos permiten poner en marcha estrategias que nos ayudan; para gestionarlas bien necesitamos:
                confianza;
        iniciativa y creatividad;
        compromiso;
        pensamiento crítico;
        y evitar la influencia del entorno.

El primer regalo de este post es la recomendación de una lectura, el ensayo Elogio de la duda, de Victoria Camps, que defiende la actitud dubitativa como un ejercicio de reflexión, de ponderar los pros y los contras.

La segunda es una canción de Supersubmarina re-bonita: De las dudas infinitas.
Dime…¿te atreves a cuestionar algunas de tus certezas? "No es creyendo sino dudando como se puede llegar a la verdad que siempre muda de forma y condición" (Augusto Roa Bastos)

Todos los besos