Un campo que descansa da una cosecha magnífica



Relajarse: Esparcir o distraer el ánimo con algún descanso. (RAE)
La capacidad personal de generar energía es directamente proporcional a la capacidad de relajarse” (David Allen)

Respirar hondo y viajar con la imaginación a un lugar tranquilo y apacible, meterse en una bañera reconfortante, parar el tiempo, contar hasta diez con los ojos cerrados…relajarse, poner distancia a tantos frentes para volver luego a ellos con las pilas cargadas. Hoy va de trucos, de pequeños cambios y estrategias que pueden ayudarte a descansar tu mente porque hay muchas formas efectivas de relajarse, se trata de que encuentres las que te funcionan. Mantenernos relajados es vital para cuidarnos  física y emocionalmente.

Estas son algunas opciones: levantarse y caminar despacio (a veces basta con unos minutos), hacer algo con las manos; ahora está de moda colorear, al parecer, cuando nos concentramos en pintar activamos zonas cerebrales que favorecen la inhibición del sistema límbico, liberándonos liberamos de las preocupaciones y de la ansiedad. Respirar profunda y lentamente, de forma consciente durante unos minutos, dormir, escuchar música, leer nos descansa la mente. También correr, nadar, hacer deporte, hacer yoga o practicar la meditación…

Además de aficiones, también hay espacios que nos relajan, espacios que nos da fuerzas, lugares “nuestros” que nos conectan con nuestra paz  interior y nos dan energía…disfrutar con los colores y los ruidos en la montaña, sentir el contacto de los pies con la arena en la playa o el de la brisa marina con la piel, espacios naturales que nos relajan. A veces, “nuestros” espacios están más cerca, son rincones favoritos en nuestra casa; incluso, hay personas que buscan su descanso en su espacio interior.

Aficiones, lugares y también personas que nos relajan, que nos dan paz, amigos con los que nos sentimos bien, que nos hacen ver que para que las cosas salgan tenemos que serenarnos y contemplar con cierta distancia lo que nos toca vivir, que nos ayudan a  comprender mejor nuestras posibilidades  y que calman nuestra forma de actuar, a veces precipitada e irreflexiva.

El primer regalo de este post es una frase del filósofo de Alan Watts, ya hemos hablado alguna vez de su teoría del esfuerzo invertido:
“Si no sabes nadar y te caes al agua e intentas mantenerte a flote desesperadamente y lleno de angustia, con todo el miedo natural que tienes de no saber nadar, cuanto más te menees y más te sacudas, más te hundirás y más deprisa. La teoría del esfuerzo invertido consiste sencillamente en relajarte, en pensar que si estás tranquilo y llenas los pulmones de aire, ésto te hará flotar y no te ahogarás.”
El segundo es un poema de Goethe, Paz:
“Aquel que en la paz
por la guerra suspira,
ya despedirse puede
del placer y de la dicha
de esperar que a las almas
ingenuas las anima."

Y el tercero,...dime, ¿Nos regalamos algo hoy, una siesta poderosa, un baño relajante, un masaje, un paseo antes de cenar,…?, ¿y si hoy nos ponemos en Pause.Un campo que descansa da una cosecha magnífica”. (Ovidio)

Todos los besos