Todo lo que le pido al año nuevo es que estés


“Qué admirable el que no piensa “la vida huye” cuando ve un relámpago” (Basho)

 De propósitos: objetivo que se pretende conseguir (RAE)
despropósitos y deseos

Cada año, a finales de diciembre, se celebra Oosouji, una tradición japonesa que consiste en limpiar exhaustivamente la casa, con el objetivo de deshacerse de lo que ya no sirve para recibir el año que comienza libres, para dejar que entren cosas nuevas.

LIBRES para comenzar “de nuevo” y no otra vez, para soltar el lastre de lo que ya no sirve, para dejar atrás viejos asuntos y no traerlos a este año que comienza. LIBRES para desechar cosas que no queremos seguir cargando y que están allí porque alguna vez fueron útiles o porque alguien nos pidió llevarlas, porque las creímos imprescindibles o porque el corazón no nos dejó olvidarlas.
LIBRES y con un nuevo año para revisar, descartar, descubrir, completar y mejorar lo que considerábamos cierto hasta ahora…un año entero para hacer cosas distintas, para dar soluciones diferentes a viejos problemas, nuevas respuestas a situaciones complejas. ¿Qué sería la vida si no nos obligara a buscar en nuevos rincones?.
LIBRES para, sin perder de vista nuestros objetivos (pocos y concretos), avanzar despacio, poquito a poco, apoyándonos en lo que ya hemos conseguido, desarrollando nuestras propias estrategias, buscando recursos y apoyos y, repitiendo (y repitiendo) hasta que convirtamos nuestro esfuerzo en algo natural. LIBRES para recordar que cada cambio es un proceso que requiere pasión, grandes dosis de paciencia y arriesgarse sin miedos. LIBRES y conscientes de que lo que importa es VIVIR.

El regalo de este post es un poema bonito, Sin fin, de Hamlet Lima Quintana:
“Que cada uno cumpla con su propio destino,
elija su mundo, reconozca sus pozos, riegue sus plantas,
y si cae en la cuenta de que ha errado el camino
que desande lo andado y reconstruya la casa”

Comienza un año que será espléndido. Todo lo que eres, todo lo que sabes, todo lo que haces y todo lo que crees, te ha servido para llegar hasta aquí, cerquita. Por eso, este año, en mi lista de propósitos, despropósitos y deseos sólo hay uno: “Todo lo que le pido al año nuevo es que estés” (Defreds).
Todos los besos