La tortuga puede hablar más del camino que la liebre


¿Qué es lo primero que haces al despertarte por la mañana?,

"¿Qué es, pues, el tiempo?. Si nadie me lo pregunta lo sé, pero si deseara explicárselo a alguien que me lo preguntara está claro que no lo sé" (San Agustín)

Recuerdo esta frase de la tortuga cada vez que veo una "liebre" en mi camino. Ir con prisas se está convirtiendo en lo habitual, incluso parece otorgar cierto prestigio. Todo es una carrera y esta actitud se refuerza cada día. Hemos olvidado la espera de las cosas y la forma de gozar del momento cuando llegan. Correr no es siempre la mejor manera de actuar…¿y si la velocidad es solo una estrategia de distracción?.

Las personas que hacen de sus vidas un lento fluir, también hacen de sus momentos, memorables recuerdos. Dedican el tiempo que pide cada cosa y cocinan a fuego lento aquello que no puede o no debe acelerarse, las relaciones verdaderas, el amor, la lectura, viajar, el conocimiento, el crecimiento… disfrutan de su camino.

Si fuéramos más tortuga, tendríamos más memoria y menos olvido, observaríamos el recorrido del sol varias veces al día, seríamos más pacientes, más serenos, cuidadosos y reflexivos, disfrutaríamos del contenido y no tanto de las formas y tendríamos tiempo para pensar, gozar, observar, crear y VIVIR.

El regalo de este post es  un texto de H.D. Thoreau. Os dejo también el fragmento de la película El club de los poetas muertos, donde lo leen:
"Fui a los bosques porque deseaba vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido."
¿Qué es lo primero que haces al despertarte por la mañana?, ¿darte la vuelta y acurrucarte con tu pareja, abrazar la almohada o mirar qué hora es?...¿liebre o tortuga, qué eliges? Examinar nuestra relación con el tiempo puede mejorar exponencialmente nuestra calidad de vida..."La tortuga puede hablar más del camino que la liebre" (Khalil Gibran).

Todos los besos