En cualquier dirección que recorras el alma, nunca tropezarás con sus límites



 
Tocar hasta el final
Mi historia favorita del Titanic es la que protagonizó la Wallace Hartley Band. Durante el hundimiento, la banda de ocho músicos no dejó de tocar hasta el final, incluso cuando ya sabían que el barco se hundiría. No se sabe muy bien lo que hay de leyenda en esta bonita historia pero sin duda, encierra grandes lecciones sobre el comportamiento humano. Todos viajamos en el Titanic alguna vez en nuestra vida, todos vivimos situaciones duras, pero un "naufragio" es una vicisitud que solo pueden correr los que navegan, aquellos que en la vida se adentran en el mar.

"Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a perder o a ganar. Tampoco quiero una muralla para repeler las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, el infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones" (Haruki Murakami)
"En cualquier dirección que recorras el alma, nunca tropezarás con sus límites" (Sócrates))

Todos los besos