
"Quién quiere acertar, aguarda"
(Antonio García Gutiérrez)
De la metáfora de las olas
Tengo, desde hace unos meses, La gran ola de Kanagawa, de Hokusai estampada en la funda de mi móvil.
El mar agitado por una tormenta, tres barcos con unas veinte personas que intentan no caerse y el Fuji al fondo, de color azul y con la cumbre nevada. La súbita furia del salto de la ola, esperando el inevitable estallido del agua se contrapone al azul profundo en el lado interno de su curvatura, la violencia frente a la serenidad. Extrañamente, a pesar de que haya una tormenta, el sol brilla en lo alto.
Fijarme en esa imagen me brinda la posibilidad de considerar la aceptación como una alternativa a la necesidad de control. Las olas terminarán desapareciendo y el mar volverá a la calma.
"No te dejes llevar por el disturbio, dale al alma su ola" (Alfredo Buxán).
Todos los besos
