Tiempo: Duración de las cosas sujetas a mudanza (RAE)
“Todo
tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora” (Eclesiastés 3:1)
Ayer fue un día que prometía intensidad…y se convirtió en un día
de GRACIAS, en una bonita tarde de GRACIAS y en una noche de desvelo :-)
Todos tenemos vidas
sobrecargadas de trabajo y de compromisos. A menudo nos quejamos de que nos
gustaría hacer ésto o lo otro pero siempre decimos “no tengo tiempo”. “Los que
emplean mal su tiempo son los primeros en quejarse de su brevedad” (Jean de
La Bruyére). Curiosamente, con las personas que están más ocupadas, con las
que “llegan a todo”, es más fácil quedar, relajarse, pedirles algo
para el día siguiente y que esté hecho y ¡con sonrisa!. Además, las personas con muchas más responsabilidades, con un trabajo relevante, suelen tener aficiones, son activas en
su vida privada y social, se ocupan con mimo de su familia, llegan a todo y hacen todo
lo que quieren. ¿Magia? ¡No! Sencillamente, saben gestionar su tiempo y disfrutar de cada segundo; se organizan mejor.
¡Todos tenemos el mismo
número de horas!. 24 horas al día y 7 días a la semana es el tiempo del que todos disponemos para
invertirlo en lo que decidamos hacer. Cierto que tenemos que trabajar, ocuparnos
de tareas establecidas pero cómo empleamos nuestro tiempo, es nuestra DECISIÓN.
“Las tres cosas más difíciles de este
mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo”
(Benjamin
Franklin). Algunas personas creen
que hacen las cosas mejor porque asocian el estar “permanentemente ocupados”
con el éxito. Tienen la necesidad de estar siempre con muchas cosas y con mucho ajetreo
a su alrededor. Esto no es sinónimo de eficacia y produce mucho estrés. Mirad
¡qué curioso y qué bonito a la vez!. En chino, la palabra ocupado simboliza por
un lado el corazón y, por el otro, la muerte. Si uno está siempre ocupado, es
como si su corazón no tuviera vida, sin tiempo para sentir, para disfrutar de
cada instante, para asombrarse cada día, para escucha y escucharse...
“Saber escoger el tiempo es ahorrar tiempo” (Francis Bacon). Necesitamos
identificar nuestros ladrones de tiempo, cada uno tiene los suyos: la falta de planificación que acaba afectando emocionalmente a otras áreas de nuestra vida y puede tener graves consecuencias, la ausencia
de priorización ("Aprovechad el tiempo que vuela tan deprisa; el orden os enseñará a ganar tiempo” (Johann W. Goethe), la procrastinación (hacer algo inútil mientras se cree que se
está haciendo algo útil, dilatando la acción real), el darles vueltas y vueltas a las cosas ("La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos" (Henry Ford)), las interrupciones, el
teléfono, el no saber decir NO, las reuniones inútiles, no saber distinguir lo que
es urgente. A veces no nos importa
derrochar nuestro tiempo a pesar de ser un bien tan preciado, a veces lo
malgastamos y no se puede recuperar. Paremos un poquito, reflexionemos (“El tiempo de reflexión es una economía de tiempo” (Publio Sirio). La vida
es única porque el tiempo no tiene repetición, no hay una próxima vez, es ahora
o nunca.
El primer regalo de este
post : la matriz de prioridades que diseñó Stephen Covey. La mejor manera de
ordenar nuestras prioridades es tener claros nuestros valores. El dividió las
tareas que realizamos a diario en cuatro cuadrantes que nos ayudan a
reflexionar sobre cómo utilizamos el tiempo y cómo podemos hacerlo mejor.
Según esta matriz,
tendríamos que realizar nuestras tareas en este orden: II (lo urgente e importante), IV (lo no urgente e importante), I (lo urgente y no importante) y III
(lo no urgente y no importante)
El segundo regalo es Danielle,
un vídeo sorprendente y muy original de Anthony Cerniello que nos invita a hacernos preguntas ¿Así
es como pasa tu vida? ¿La vida pasa por tus ojos sin darte cuenta de ella?
Y ¡el tercer regalo! es una propuesta: la
re-lectura de un post de Exprime-t sobre la prisa publicado en septiembre del
año pasado:
Ayer fue un día prometía intensidad…y se convirtió en un día
de GRACIAS, en una bonita tarde de GRACIAS y en una noche de desvelo. GRACIAS por PARAR TU TIEMPO así, porque
cuando lo hiciste, me hiciste sentir que yo y ese momento eran para ti todo tu
mundo…¡¡PARASTE EL TIEMPO!! y...¡¡ eso es
magia!! GRACIAS, DE CORAZÓN.
“¿Amas la vida? Pues si
amas la vida, no malgastes el tiempo, porque el tiempo es el bien del que está
hecha la vida” (Benjamín Franklin) No existe falta de tiempo, existe falta de
interés porque cuando realmente queremos algo la madrugada se vuelve día, el
martes se vuelve sábado y un momento se convierte en una oportunidad.
Todos los besos