Equilibrio: Contrapeso, contrarresto o armonía entre cosas
diversas.(RAE).
“La vida
no es aceptable a no ser que el cuerpo y el espíritu vivan en buena armonía, si
no hay un equilibrio natural entre ellos y si no experimentan un respeto
natural el uno por el otro”
(David Herbert Lawrence)
Los indios Lakota
dicen que una persona Camina en la Belleza cuando su Tierra (su parte física) y su Cielo (su parte espiritual) viven en armonía.
A veces llegan a nuestra vida, situaciones que nos
desestabilizan, momentos, personas, circunstancias que nos hacen estar en lo más
alto y después en lo más bajo…que nos hacen vivir en constantes extremos, a
veces en la cuerda floja, sobre la punta
de nuestros pies o, incluso, en el abismo… nos desequilibramos o vivimos atrapados
en equilibrios precarios, viéndonos sorprendidos constantemente y todos sabemos que, el equilibrio inestable no puede sostenerse durante mucho tiempo.
Y es en esos momentos en los que lo que necesito es equilibrio
en todas las parcelas de mi vida, cuando me funcionan dos cosas: la primera es
intentar gestionar el “movimiento” hasta conseguir cierta quietud…y, la
segunda, cuidarme mucho, cuidarme muuuucho
y con muuucho mimo…A mí me funciona el cuidado que preconiza Covey, CUIDO lo físico, mi cuerpo, no sólo por fuera sino también
por dentro, intentando comer bien y haciendo ejercicio, relajándome …CUIDO mi parte espiritual,
mi centro de energía, mi forma de hacer y de SER según mis valores,
cuido de esa dimensión que describe cómo soy realmente y lo que pienso, lo que creo, lo que me inspira…También procuro
leer (leer todavía más), busco momentos de silencio, de descanso y así CUIDO con
esmero mi parte intelectual y, por último, MIMO mi dimensión emocional, lo que siento y la fortaleza de
mis relaciones…Para conseguir ese equilibrio, necesito unir lo interior con lo exterior,
el sentido de mi esfuerzo y la necesidad de seguir luchando, lo que ya conozco
con lo que necesito aprender, lo que es temporal con lo que sé que perdurará y, sobre
todo, lo que me influye del pasado con las cosas nuevas que aparecen cada día.
El arte del equilibrio no viene de serie, en ninguna
de nuestras dimensiones…cada día nos ofrece numerosas oportunidades de aprender
y trabajar la habilidad de posicionarnos ante la vida desde una perspectiva
clara, haciendo lo adecuado en el momento preciso, manteniendo las cosas en su
lugar y "moviéndolas" ordenadamente… Habilidad, concentración y experiencia…comprensión
profunda, humildad, tolerancia, paciencia, serenidad, consciencia,..y ¡gestión
de fuerzas!...porque la vida, que es una carrera de fondo, está llena de altibajos…“No hay ningún secreto en el equilibrio. Lo único que necesitas es
sentir las olas” (Frank Herbert).
El primer regalo de este post son los Diez
mandamientos de los indios Lakota:
1. La Tierra es nuestra madre. Cuida de ella.
2. Honra todas tus relaciones.
3. Abre tu corazón y tu alma al Gran Espíritu.
4. Toda la vida es Sagrada. Trata con respeto a
todos los seres.
5. Toma de la Tierra lo que es necesario y nada
más.
6. Haz lo que se debe hacer para el bien de todos.
7. Agradece constantemente al Gran Espíritu por
cada nuevo día.
8. Habla la verdad, pero sólo sobre lo bueno en los
otros.
9. Sigue los ritmos de la naturaleza. Levántate y
retírate con el sol.
10. Disfruta del viaje de la vida, pero no dejes
huellas.
El segundo es un fragmento precioso de un ensayo de Montaigne sobre la importancia del
equilibrio en nuestra vida:
"Debemos aprender a soportar lo que no podemos evitar. Nuestra vida está
compuesta, como la armonía del mundo, de cosas contrarias, así también de tonos
distintos, suaves y duros, agudos y sordos, blandos y graves. ¿Qué sería del
músico que solo amase algunos de ellos? Es preciso que sepa usarlos en común y
mezclarlos. Lo mismo nosotros, el bien y el mal
que son consustanciales a nuestra vida."
La vida tiene su propio equilibrio de ganancias y pérdidas
que vamos asumiendo en nuestro aprendizaje personal, el que hacemos cada uno, en solitario…¿Probamos a cuidarnos más?...
Se llama calma…y me costó
muchas tormentas.
Todos los besos