El que no lleva la belleza dentro del alma, no la encontrará en ninguna parte


Shibumi es una palabra japonesa (preciosa) que hace referencia a una particular estética de belleza,... sencilla, natural, sutil y discreta, esencialmente hermosa.

“La música no son fuegos artificiales, la música es sentimiento. Así que intentemos cambiar ésto y traer de vuelta la música, que es lo que verdaderamente importa”. Estas fueron las palabras de Salvador Sobral al recoger su premio en el festival del sábado…Despojar a la vida del exceso de artificio, para buscar, con delicadeza, la verdad desnuda. La belleza no necesita más, ella misma es lugar de encuentro. Sus palabras no pueden ser más ciertas. Pueden aplicarse a muchos ámbitos de nuestra vida. La delicadeza es el amor que se manifiesta en las cosas pequeñas, en la pasión por ellas, por la hondura y las emociones, por la reflexión profunda, por el trabajo bien hecho, por la simplicidad, por los gestos sinceros; el gusto por lo que es hermoso, por su esencia.

Ante lo que es profunda e invisiblemente bello (como al escuchar esa canción) me conmuevo, me siento sacudida por dentro, "toco" de forma más viva, mis emociones. Cuánto se agradece la elegancia, la delicadeza que sintetiza lo bello, el amor por las pequeñas cosas, la naturalidad de lo auténtico porque lo que se ve es su esencia. Sentir así es una forma de ser y de estar, una manera de disfrutar de esa luz que brilla desde el interior, la luz que emana de los ojos de cada uno, de tus ojos... no importa si la persona está mal vestida si no obedece a los patrones de lo que consideramos elegante… los ojos son el espejo del alma y reflejan todo el encanto que parece estar escondido.

El primer regalo de este post es la canción de Salvador Sobral, Amar por los dos. Nada como cerrar los ojos y evocar intensamente algo bello mientras la escuchas.
Amar por los dos
Si algún día alguien pregunta por mí
Di que vivía para amarte
Antes de ti, sólo existí
Cansado y sin nada para dar
Cariño, escucha mis plegarias
Pido que regreses, que me vuelvas a querer
Sé que no se ama solo
Tal vez poco a poco vuelvas a aprender
Si tu corazón no quiere ceder
No sentir la pasión, si no quiere sufrir
Sin planear lo que vendrá después
Mi corazón puede amar por los dos
El segundo es un fragmento de Elisabeth Kluber-Ross que ya he compartido en el blog otras veces y que refleja lo que quería transmitir hoy:
“Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocida la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado la forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada”.

Son nuestros sentidos los que nos hacen vibrar. Dos expertos en psicología positiva, Peterson y Seligman afirman que las personas que tienen la capacidad de apreciar la belleza con más facilidad, de extasiarse o emocionarse con ella, encuentran más alegría en sus vidas y pueden conectar más profundamente con otras personas. Dime ¿Piensas en la belleza o la sientes?. “El que no lleva la belleza dentro del alma, no la encontrará en ninguna parte” (Noel Clarasó)

Todos los besos