Yo de la vida, lo quiero TODO



TODO: Entero o en su totalidad (RAE).
“…No pido demasiado, pido todo, y “todo” nunca es mucho cuando hay ganas”
(Luis Ramiro)
Por TODO, del TODO, así y TODO, con TODO, ante TODO, en TODO y por TODO, sobre TODO…
Vivimos lo que nos sucede con cuidado, incluso a veces, con un poco de miedo, sin darnos cuenta de que así, vivimos a medias…entre momentos, entre circunstancias, entre situaciones…aquí y allá, sin entregarnos del TODO a nada, haciendo (sin hacer del TODO) varias cosas a la vez.
"No pido demasiado, pido TODO y TODO nunca es mucho cuando hay ganas"… Ganas de disfrutar cada historia, de vivir dándolo TODO, mirando (a los ojos) a una vida entera, con plenitud, sin dejar escapar nada…quiero “llevármelo” TODO. Quiero serenidad y aventuras, quiero un sendero recto y también quiero curvas. Quiero, en cada situación, entrar del TODO y salir de la misma manera, con los pies firmes sobre el momento; atreverme, acertar y elegir. Sobre TODO, quiero romper a reír o romper a llorar; merece la pena hacerse añicos por sentir con esa intensidad. Exprimir cada momento y abrazar la vida, aceptar que TODO no siempre viene (y va) cómo queremos, que unas veces se gana y otras se pierde, y a pesar de TODO, quiero vivir lo grande y lo pequeño, las alegrías y lo que es triste, la pasión y la calma, disfrutar de los que se van y siempre vuelven, de los que están y sin dudarlo se quedan. TODO, el lado soleado de la vida y los nublados, los nunca y los siempre, el norte y el sur, las ilusiones y también las decepciones, algún susto y muchas sorpresas, este lugar y al que iré, quiero (TODO) tu corazón, tu primer pensamiento de la mañana y el último antes de dormir, TODO, y en TODO, quiero ser, estar y querer, poder, saber y sentir. No pienso renunciar a nada de lo que ya he elegido en mi vida. TODO, sin miedo, sin prisa, y, sobre TODO, sin pedirlo.
El  regalo de este post es un fragmento precioso de las novela Las emociones de las cosas, de Angeles Mastretta :
A TODOS los valientes que han amado, que han perdido y aún siguen poniendo el corazón sobre la mesa, a TODOS los que viven con intensidad. “Yo de la vida lo quieto TODO”. (Milan Kundera)

Todos los besos