No puedo ser sin que las hojas vuelen y vuelvan a la tierra

 
Otoño: “Estación del año que, astronómicamente, comienza en el equinoccio del mismo nombre y termina en el solsticio de invierno” (RAE)

“El otoño es una segunda primavera, donde cada hoja es una flor” (Albert Camus)

Leí hace tiempo que, en China, cuando echas de menos a alguien se dice que un día dura tres otoños…¿no es precioso decir te extraño de esa manera?.

Me hace feliz vivir en un mundo donde existen los octubres, donde la naturaleza estalla con toda su belleza, rodeándonos de amarillos, de ocres infinitos y de atardeceres rojizos. El otoño, como tú, camina elegante, haciendo crujir las hojas secas al pisarlas. Es tiempo de mañanas leves (y fresquitas) y de noches más oscuras,…el otoño, como tú, es la sensación de estar en casa, de querer volver, o de no quererse ir.

El otoño me habla de las cosas que he perdido y de las que, como las hojas, he soltado y  he dejado ir porque es época de deshacernos de lo que no nos hace felices, es tiempo de aprender a desnudarse, con la misma lentitud con la que el otoño despoja sus árboles. Sin el ejercicio de la desnudez voluntaria, es imposible renacer.

En ocasiones, y en otoño, miro al cielo para ver llover. Creo que la lluvia de las tardes de otoño no tiene agua sino recuerdos. En ocasiones, y en otoño, miro al cielo para sorprenderme con esos haces de luz intensa que se cuelan entre las hayas; y es que el otoño, también me regala, como tú, momentos sublimes de luz que me ayudan a afrontar esos días más oscuros. Grandeza, profundidad…distancia.

El primer regalo de este post es un poema zen:
“Los árboles meditan en otoño. Gracias e ello, florecen en primavera, dan sombra y frutos en el verano y se despojan de lo superfluo.”

El segundo es una canción, Otoño y mariposas, de Miss Cafeína. Sube los altavoces y déjate llevar.  
No empieces esta estación corriendo.  El otoño es un tiempo sereno, es el silencio antes del invierno, el momento de disfrutar del peso de las mantas, de sostener esa taza de café que nos calienta las manos,…es momento de renacer con lo nuevo que está llegando. “No puedo ser sin que las hojas vuelen y vuelvan a la tierra” (Pablo Neruda).
Todos los besos