Ni tristeza, ni miedo
“A quien ha mordido los principios verdaderos, una
sola palabra, cualquiera, le recuerda que no debe tener tristeza ni miedo” (Marco Aurelio)
No sé qué me ocurre con las Meditaciones de Marco Aurelio…últimamente, cada vez
que me apetece regalar un libro a alguien que está pasando por un momento
complicado, acabo comprando un ejemplar de la edición que, en mi opinión, tiene
la traducción más hermosa. Leer, abriendo por cualquier página, estos pensamientos siempre me resulta
estimulante e inspirador. Todavía, después de muchas lecturas, la belleza de
las preguntas del primer fragmento del libro X, me parece enormemente
atractiva; esos interrogantes siguen estando plenamente vigentes a pesar de estar escritos hace
más de 1.800 años.
Qué mejor regalo que este despliegue de reflexiones sobre el SER y el VIVIR para afrontar la adversidad, para intentar vivirla con grandeza: intentar ser bueno, único y sencillo, saber que la recompensa de cada
acto de bondad está en ese mismo hecho y no en el reconocimiento de los demás,
conocer nuestros puntos fuertes y convertirlos en nuestros talentos, estar predispuesto al bien y al amor, satisfecho y
libre de deseos, feliz con cuanto sucede en el presente, sabiendo que cada
día es una oportunidad, un nuevo comienzo, realizando cada cosa como si
fuera el último, muy conscientes del valor del momento y convencidos de que
TODO irá bien… sabiduría, templanza, equidad y valentía…¿Hay un regalo mejor?
El regalo de este post es una máxima (genial) de Epicteto:
“¡Ánimo, pues! Piensa en todas las facultades de las que estás provisto
y prepárate a resistir toda clase de pruebas; bien armado estás y en disposición
de sacar ventajas aún de las situaciones más terribles de la vida”.
Ni tristeza, ni miedo…“Algunas veces incluso vivir se convierte en un acto de coraje” (Séneca.)
Todos los besos